La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Málaga plantea convocar una manifestación para protestar por la invasión de pintadas que cubren las fachadas, persianas y mobiliario de sus locales.

La convocatoria de la concentración se cerró días antes de que la Policía Local detuviera esta misma semana al autor de más de 200 grafitis en comercios e iglesias de todo el centro histórico.

Martirio de los comerciantes e ídolo de muchos jóvenes (hacía grafitis a una gran altura y llegaba a todos los rincones), el misterioso grafitero es un joven de unos 20 años que ahora está acusado de daños en la propiedad privada y mobiliario público, a los que se uniría un delito contra el patrimonio artístico, ya que ha dejado su impronta en algunas iglesias y monumentos.

La profusión de pintadas es especialmente grave en el sector comprendido entre Carreterías, Pozos Dulces, Compañía, San Juan y Camas.

El presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Rafael Prado, explica que su colectivo había propuesto al Ayuntamiento medidas para que los jóvenes detenidos por estos delitos hicieran trabajos en beneficio de la comunidad. Como por ejemplo, eliminar las pintadas hechas por ellos mismos, como se hace en otros municipios de la provincia.

La asociación había propuesto al equipo de gobierno que llevara a Pleno una moción en este sentido, pero finalmente fue rechazada, explica Prado.

El presidente de los comerciantes sitúa en unos 200 euros el precio aproximado para limpiar o repintar una firma de estas características, siempre que no se plasme en superficies delicadas, donde el coste se dispararía.

La Policía Local detuvo hace unos meses a otro grafitero en serie: Flor, quien realizó unas 150 pintadas "por despecho", como él mismo declaró.