Málaga

"Le compraba fruta de calidad, pero él era poco cercano", aseguran los vecinos de Eugenio Gross

Los vecinos recibieron con sorpresa la noticia de la detención del responsable de la frutería a la que solían acudir con frecuencia. El género que vendía, recalcaba una mujer, era "de calidad y a buen precio". Sobre el individuo, destacó que nunca habría imaginado que el trabajador, que era "muy educado", aunque, precisó, no mostraba un carácter demasiado "cercano", acabaría detenido por, supuestamente, financiar sus viajes a Siria para enrolarse en el Daesh junto a otro destacado combatiente de origen palestino.

Ayer por la tarde, la Policía continuaba en la zona de Eugenio Gross, lo que generaba cierta alarma entre los residentes e hizo especular sobre la relación que el detenido mantenía con otros comerciantes.

Los investigadores consideran que el detenido era conocedor de la actividad delictiva que iba a realizar su mujer, convertirse en una foreign fighter, extremo que contaba con su apoyo económico y que además ocultaba de manera deliberada a las autoridades.

Una vez en la zona bajo control de Daesh, la yihadista llegó a entrar en combate, algo que se reserva en exclusiva a las mujeres más peligrosas y activas. Además, continuó con sus actividades de captación remota, contactando con chicas a las que intentó convencer de que la Yihad era el único camino del buen musulmán. Su radicalidad y su constante alusión a cometer atentados en España la convierte en una amenaza real para la seguridad pública en Europa y en objetivo número uno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante suposible retorno.

La Comisaría General de Información de la Policía Nacional impulsó la interposición por parte de la autoridad judicial de tres Órdenes Internacionales de Detención (OID) destinadas a que fueran detectados y neutralizados por las diferentes Policías extranjeras más allá de nuestras fronteras.

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