Más del 90% de los directivos de las empresas malagueñas consideran "fundamental", "muy importante" o "importante" la conciliación de la vida laboral, familiar y personal pero, a la hora de la verdad, el 64% de las compañías reconocen que no tienen política de conciliación y el 78% afirma que no disponen de ningún protocolo al respecto. Así se recoge en el Estudio sobre la conciliación en las empresas que ha sido desarrollado por el Foro de Empresas Socialmente Responsables de Málaga, la Confederación de Empresarios de Málaga y la Diputación y que fue publicado ayer.

Este informe recaba datos tanto de encuestas a compañías como de mesas redondas realizadas con firmas locales y subraya que, pese a que ha habido ciertos avances, "es evidente que aún queda mucho trabajo por hacer, especialmente en el ámbito social y familiar". Más del 90% de las excedencias por el cuidado de hijos o familiares sigue recayendo, por ejemplo, en la mujer, lo que frena sus aspiraciones profesionales.

Se propone la jornada intensiva, reducir el horario de comida o descansar tres días

El desconocimiento sobre la conciliación entre las empresas malagueñas es palpable. El 70% señala que desconoce si existe algún tipo de acreditación en temas de conciliación y, de las que sí lo sabían, solo dos compañías tienen efectivamente la certificación en conciliación EFR. El 88% tampoco sabe si la Administración ofrece algún tipo de ayuda.

El informe da a entender que se actúa de forma desorganizada, pues un 70% de las empresas afirman que sí tienen algunas medidas de conciliación -sobre todo las de mayor tamaño- relacionadas principalmente con la flexibilidad de horarios, aunque muchas desconocen que eso se podría considerar parte de una política de conciliación.

El estudio ofrece una serie de recomendaciones relacionadas con los horarios, la gestión de la conciliación o el uso de nuevas tecnologías. En el primer aspecto se propone a las empresas establecer turnos lo más flexible posible "programando cuadrantes rentables para los trabajadores y para la empresa". También se considera una buena práctica reducir el horario de comida para anticipar la hora de salida, instaurar la jornada intensiva, implantar una jornada semanal comprimida trabajando más horas cuatro días a la semana y descansando tres días, crear una bolsa de horas para canjearla por días libres, o ampliar los permisos, excedencias y vacaciones. Ofrecer beneficios sociales, tener guarderías en el entorno del centro de trabajo, promover el teletrabajo y el uso de herramientas para hacer teleconferencias o asesorar a las plantillas en nuevas tecnologías para poder trabajar en remoto son otras de las posibilidades planteadas.