Málaga

Los "errores" en La Merced obligan a gastar más de 135.000 euros

  • Urbanismo admite que no se ejecutó el proyecto previsto pero niega que fuera para acelerar los trabajos

Un coche pasa por los socavones de la Plaza de la Merced.

Un coche pasa por los socavones de la Plaza de la Merced. / fotografías: j'avier albiñana

La reurbanizacion de la Plaza de la Merced, que en 2011 pretendía ser el gran proyecto estrella del ya entonces alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sigue dejando casi seis años y medio después de su inauguración dudas relevantes en el modo en el que se llevaron a cabo las obras. Algo que queda constatado en los numerosos desperfectos existentes en los laterales sur y oeste, cuya reparación va a obligar al Ayuntamiento a, prácticamente, rehacer la intervención original, en buena medida porque a pesar de que el informe geotécnico ya advertía de la necesidad de excavar y sustituir parte del suelo natural, debido a su inestabilidad, esta acción no se llevó a cabo. Algo que, apenas unos años después, acabo degenerando en la aparición de importantes desniveles y socavones.

El coste estimado de esta nueva ejecución se calcula en unos 135.500 euros, en el caso del lateral que sube hacia la Casa Natal Picasso, quedando pendiente de calcular en el ala que va desde calle Álamos hasta la Victoria. Se da la circunstancia de que esta última fase será acometida dentro del proceso de semipeatonalización ya previsto del eje Carretería-Álamos.

Los "errores" admitidos en el desarrollo de esta obra quedaron ayer de manifiesto en el marco de un consejo extraordinario de Urbanismo monotemático para profundizar en lo ocurrido con esta actuación. De las explicaciones técnicas y políticas aportadas, más allá del elemento objetivo de tener que volver a levantar esos laterales, emergieron dudas sobre las razones que llevaron al director técnico (técnico de Urbanismo), a modificar sobre la marcha las recomendaciones contempladas en el proyecto de intervención, así como si se pudo pagar con dinero público unidades de obra que finalmente no llegaron a ejecutarse.

Ambos interrogantes, que no tuvieron respuesta in situ por parte del concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, a pesar de ser directamente interpelado por los concejales de la oposición, van a motivar la redacción de un informe técnico-jurídico en el que se detallen todas las certificaciones económicas emitidas, con el fin de determinar si las mismas se corresponden con la obra materializada. El mismo servirá de base para, posteriormente, abundar en la posibilidad de reclamar a la empresa adjudicataria de los trabajos la reposición económica de los costes. En el plano técnico, en ausencia del jefe del departamento de Arquitectura, fue la técnico Paloma Muñoz quien trató de poner luz en lo ocurrido y en lo que se pretende ahora hacer sobre el espacio. En la parte correspondiente al pasado, Muñoz confirmó la decisión del director de obra de eludir parte de la intervención programada y contratada tras constatar que los trabajos de excavación y compactación generaban vibraciones en los edificios aledaños en la parte sur, lo que provocó la queja de los vecinos, y toparse al abrir las zanjas en la parte oeste con restos arqueológicos. Sobre el valor de estos hallazgos la técnico no supo responder, al tiempo que la consejera Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora, aseguró no haber encontrado informe alguno al respecto.

"Aconsejaban la sustitución de la explanada por otro suelo seleccionado [sin arcilla], pero al empezar a excavar en los primeros 50 ó 60 centímetros es cuando empezaron las vibraciones en la parte sur sobre los edificios", expuso Muñoz, para quien lo que hizo en su momento el director de la obra fue "primar la seguridad", excluyendo en todo momento un posible "condicionamiento" por parte del equipo de gobierno con el fin de acelerar los trabajos para que estuviesen listos antes de las elecciones. Sirva como referencia que la obra se inició el 1 de febrero de 2011, con un plazo de 4,5 meses. De haberse cumplido, la reurbanización hubiese estado completada antes de los comicios de mayo. ¿La decisión de eludir la recomendación de retirar el suelo natural en qué modo afectaba a este calendario? La pregunta, lanzada por el concejal de Ciudadanos, Alejandro Carballo, fue contestada por la técnico, que consideró que haber intervenido excavando y retirando ese material podría haber conllevado del orden de tres semanas. Es decir, el plazo de terminación se habría ido a finales de ese mes o principio de junio. No obstante, la realidad es que los trabajos en La Merced no se dieron por finalizados hasta diciembre de 2011, diez meses después de haber arrancado.

La tesis del error cometido fue incluso apostillada por el actual gerente de Urbanismo, José Cardador. "Todo el mundo se equivoca; lo importante es subsanar los errores", expuso en un momento de la sesión. Y por el propio Pomares. "Son decisiones que se toman en el momento; se puede entender que fueron decisiones que no fueron acertadas", dijo, negando un interés político. Por su parte, el concejal del PSOE Sergio Brenes sí manejó la teoría de que pudieron existir presiones por parte del Ejecutivo local para que el proyecto se finalizase antes de las elecciones. "Lo que se hizo allí fue una auténtica chapuza".

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