El 59,5 % de los hogares andaluces no pudo permitirse disfrutar de una semana de vacaciones al año en 2014, un porcentaje que asciende al 62,4 % en el caso de los hogares con niños, según datos de la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN).

La falta de recursos económicos para afrontar unas vacaciones y la incapacidad de hacer frente a gastos imprevistos son las dos principales privaciones materiales que la EAPN señala como más frecuentes en los hogares andaluces, y que vienen recogidas en el índice Arope, un indicador europeo para medir la pobreza y la exclusión social.

El número de familias que no tienen posibilidad de vacaciones se incrementó en 2014 en siete puntos porcentuales con respecto a 2007, cuando empezó la crisis, y sitúa a Andalucía muy por encima de la media nacional, que es del 45%. Según la EAPN, la imposibilidad de afrontar gastos imprevistos afecta a un 58,3% de las familias andaluzas, un porcentaje también superior a la media española.

Los datos sobre privación material que expone la EAPN, indican además el llamado fenómeno de la pobreza energética.