Los hoteles de Málaga superaron el año pasado, por primera vez en la historia, los cinco millones de turistas alojados y los 20 millones de pernoctaciones. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer los datos correspondientes a diciembre y, por tanto, del conjunto del año. Varias instituciones ya habían adelantado estas cifras de forma provisional, pero no fue hasta ayer cuando se confirmaron oficialmente. Según el INE, en los hoteles malagueños se alojaron el año pasado 5,24 millones de viajeros, un 5% más que en 2015, siendo, de largo, el volumen más alto de Andalucía al acaparar casi el 30% del total de la región. Le siguió Sevilla con 3,2 millones de turistas.

Esos viajeros permanecieron, de media, 3,8 días en Málaga, lo que supone que realizaron un total de 20 millones de pernoctaciones en los hoteles, un 7,1% más que en 2015 y una nueva marca histórica. En este caso, el peso de Málaga en el conjunto andaluz es aún mayor porque representó el 38,9%, es decir, casi cuatro de cada diez turistas que duermen en hoteles en la comunidad autónoma lo hacen en Málaga. Es una constante en los últimos años y por eso tiene tanta fuerza la Costa del Sol. El objetivo de la consejería de Turismo y Deporte es que vengan más turistas y se repartan más en todas las provincias, lo que permitiría obtener unos mayores resultados conjuntos en la región.

El turista extranjero sigue tirando del carro en Málaga. El año pasado los hoteles alojaron a 3,24 millones de foráneos, un 11,5% más que en 2015, que realizaron 14,4 millones de pernoctaciones, un 12% más. El turista español, sin embargo, descendió. Se contabilizaron dos millones en los hoteles, un 4% menos, con 5,6 millones de pernoctaciones, un 3,5% menos. Es llamativo porque, según los datos de Turismo Costa del Sol, esta provincia ganó turistas españoles el año pasado, aunque hay que precisar que en esta encuesta el INE solo expresa los viajeros alojados en hoteles. A finales de mes este organismo publicará los viajeros y pernoctaciones extrahoteleros y, aún así, no se cuentan los turistas que puedan pernoctar en sus segundas residencias, en casas de amigos o en viviendas turísticas alegales.

Málaga batió su récord, aunque aún tiene camino por delante porque está a años luz de las pernoctaciones hoteleras conseguidas en otros destinos también meramente turísticos como Baleares o Canarias. En Baleares, por ejemplo, sus hoteles sumaron el año pasado 9,6 millones de turistas. Es casi el doble que en Málaga, pero casi triplicó las pernoctaciones porque en Baleares se contabilizaron 58,3 millones de estancias. En Las Palmas pasa igual. Tiene casi los mismos turistas hoteleros que Málaga y más del doble de pernoctaciones, porque alcanzó los 42,9 millones. Tenerife, con 3,7 millones de turistas, tuvo 26,5 millones de pernoctaciones. La diferencia se debe a la estancia media. En Málaga un turista está algo menos de cuatro días, en Baleares seis y en Canarias siete. El reto de la Costa del Sol es aumentar la estancia media y para ello está incrementado su oferta complementaria.

En Málaga abrieron, de media, 565 establecimientos hoteleros el año pasado con un grado de ocupación medio por habitaciones del 73% y por plazas del 63,8%. En este segmento trabajaron 12.292 personas, un 7,4% más.