Málaga

Casi 2.300 inmigrantes llegaron en patera a la provincia el pasado año

  • La cifra de 791 personas de 2016 se triplicó en los últimos meses

  • Entre ellos hubo 189 menores

Inmigrantes llegados al puerto de Málaga el pasado sábado.

Inmigrantes llegados al puerto de Málaga el pasado sábado. / daniel pérez / efe

En los peores años de la crisis económica la llegada de inmigrantes en patera a las costas malagueñas se redujo hasta niveles casi anecdóticos, con tan sólo 29 personas en 2013. Sin embargo, a partir de ese año las cifras fueron creciendo y si en 2016 se experimentó un aumento más que significativo -de los 212 de 2015 se incrementó a los 791 recién llegados- este pasado año el número se ha triplicado. Casi 2.300 personas atendió Cruz Roja Española en la provincia de Málaga durante 2017 a través de 53 activaciones.

Del total de los 2.292 personas atendidas, 2.176 eran de origen subsahariano y el resto, de procedencia magrebí, según los datos ofrecidos ayer por Cruz Roja. Los equipos de emergencia de la entidad prestaron ayuda a 267 mujeres y a 189 menores, entre ellos tres lactantes. El balance sanitario refleja hasta 104 traslados hospitalarios por diversas causas y registra a 198 personas heridas. Todo ello se hizo con el apoyo de cerca de un centenar de voluntarios preparados para la activación en cualquier momento. Llegaron pateras a Málaga capital, Marbella, Mijas, Maro y Rincón de la Victoria.

Por primera vez en 2017 se han tenido que activar simultáneamente todos los equipos de atención

"Cuando llega una patera hacemos una triple intervención", explica Julio Pulido, responsable provincial de socorro y emergencias de Cruz Roja. Lo primero, relata Pulido, es la atención sanitaria, "un chequeo individual, a pie de barco". Los que no precisan cuidados médicos pasan a las carpas de atención básica de necesidades. "Se les da una manta, agua, alimentos, ropa, un kit de higiene y zapatos, la mayoría llegan mojados y sin calzado", comenta Pulido. La tercera parte de la atención es la mediación social. "Se les pregunta si se encuentran bien, qué ha motivado su viaje a España, e intentamos detectar si hubiese algún caso de trata de personas, estamos muy pendientes para evitar que pueda ocurrir", agrega el responsable provincial de socorro y emergencias de Cruz Roja. Pulido destaca que un voluntariado de unas 100 personas con una formación específica en cada perfil de actividad hacen posible estas atenciones.

De los que llegan en patera, el 10% requiere atención sanitaria. "Sobre todo por traumatismos, por hipotermia, por bajada de azúcar si son diabéticos, las patologías son diversas aunque se llegan de forma recurrente con heridas abrasivas producidas por la mezcla de combustible y salitre del mar", dice Pulido. Su estado de salud depende, como resalta el experto, del tiempo de travesía, la temperatura y el estado del mar. "En estas fechas se generan hipotermias muy severas", agrega. Aunque el estado general de los inmigrantes es bueno porque llegan embarcaciones con un día de navegación como mucho, si en pleno invierno se superan de 24 horas en el mar "es cuando empiezan los problemas sanitarios fuertes", comenta el responsable de Cruz Roja.

En embarcaciones semirígidas de pequeño porte, de unos 7 metros, unas 55 personas se apelmazan buscando el hueco que les permita llegar a salvo a un lugar mejor del que proceden. Se dan "condiciones muy peligrosas en alta mar", como destacan desde Cruz Roja, que son salvadas en múltiples ocasiones por la rápida actuación de salvamento marítimo, que los detectan de 20 a 80 millas de la costa gracias a un avión y varios helicópteros que sobrevuelan las aguas cuando tiene alertas, que en los últimos años ya no se restringen al verano. "En 2017 por primera vez todos los equipos de Cruz Roja de atención a pateras en Andalucía han estado activados simultáneamente, y esto ha ocurrido en diversas ocasiones durante el año", comenta Julio Pulido.

"Tenemos muchas historias, la verdad, notamos el agradecimiento de ellos en las sonrisas, incluso nos han intentado pagar por la intervención", agregan desde Cruz Roja al tiempo que destacan el cariño con el que el equipo de voluntarios realiza las intervenciones. "Vienen con incertidumbre, no saben lo que va a pasar, la Policía Nacional les cuentan el procedimiento y se dan diferentes situaciones", explica Julio Pulido. El Colegio de Abogados pone a disposición de estas personas el asesoramiento legal que necesitan.

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