Quince minutos de crispación con momentos esperpénticos. En eso se puede resumir la sesión plenaria con carácter extraordinario celebrada ayer en Torremolinos y cuyo único punto de debate era una moción de la oposición en la que se demandaba que la gestión del equipo de gobierno del PP se basase "en los principios de transparencia y libre concurrencia, sin concesiones que puedan significar el mínimo atisbo de prácticas que puedan inducir a que en la gestión municipal se utiliza la influencia para encauzar los contratos hacia determinados proveedores y, en consecuencia, rechaza que este tipo de comportamientos se den en la vida pública".

Al inicio del Pleno, la edil del PSOE, María José Anés, justificó la petición de sesión plenaria aludiendo al proceso de contratación de la solería de la calle San Miguel por la empresa municipal Samset, en el que, según varias sentencias, se han producido irregularidades. Durante la sesión, el alcalde, Pedro Fernández Montes (PP), retiró la palabra hasta en tres ocasiones tanto a Anés como a los portavoces Juan Ortuño (PSOE) y Félix Martín (IU), insistiendo en que sólo se iba a discutir el punto que se llevaba a Pleno y no la moción completa que en un principio presentaron los dos grupos de la oposición.

El regidor señaló que contaba con un informe jurídico que avalaba su decisión de no incluir el resto de puntos de la moción y que por tanto no se debatirían. Ante esta situación, la oposición anunció que pedirá amparo a la Junta de Andalucía. Fernández Montes manifestó que si no estaban conformes con lo que estaba ocurriendo "podrían pedir amparo al primo de Zumosol o a los tribunales".

Finalmente, el alcalde de Torremolinos decidió someter a votación el punto de la moción presentada por PSOE e IU, que contó con los votos a favor del equipo de gobierno del PP y la abstención, "en señal de protesta", de los partidos que conforman la oposición.