Los intelectuales españoles del siglo XXI están callados. Según Paul Aubert, catedrático de Literatura y Civilización Española de la Universidad de Provenza, el problema radica en que su voz no tiene cabida en los medios de comunicación. Sus grande competidores son los personajes mediáticos de la actualidad, como los cantantes o deportivas, a quienes la sociedad quiere escuchar. "Creo que no dan la talla, pero hay algunos que se aprovechan de este sistema", arguye el catedrático.

Este experto realizó ayer en los Cursos de Verano que la Universidad de Málaga celebra en Ronda una mirada al pasado para analizar como eran los intelectuales españoles en el pasado siglo XX. "Formaban un grupo coherente, autodefinido en la crítica de los acontecimientos nacionales e internacionales, utilizan la crítica de lo internacional para actuar en la vida política nacional, quieren la democratización de España. Su gran función es ser la memoria de la historia liberal en el país", dijo Aubert.

Por tanto, los intelectuales del ayer no se pueden comparar con los de la actualidad. "Los intelectuales españoles se aprovecharon a comienzos del siglo XX de la evolución de la prensa, de la concentración de los títulos, de la tirada mucho mayor, de la mejor difusión. Ahora, el que quiere ser intelectual, tiene que ser mediático. Esto crea confusión", concluyó el experto.