La división física que históricamente ha generado el cauce del río Guadalmedina a su paso por Málaga alcanza al ámbito de la política. Una demostración es lo ocurrido ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de la capital, donde, ante el enésimo debate sobre la pretendida regeneración del espacio, quedó patente la existencia de dos bandos claros. De un lado, las formaciones de izquierda se mostraron partidarias de una actuación blanda, que permita dar uso ciudadano al lecho del río, lejos de la apuesta del PP de maximizar el aprovechamiento en la superficie con la construcción de los denominados puentes-plaza.

El asunto se puso sobre la mesa en el marco de la Comisión de Ordenación del Territorio, a la que Málaga para la Gente acudió con una moción reclamando el impulso de la construcción de la senda ciclista ya autorizada por la Junta de Andalucía en la parte alta del cauce, aprovechando las bermas del río; que se abra al debate ciudadano la integración urbana del Guadalmedina, "tomando como base para la redacción del Plan Especial del Guadalmedina", incidiendo en la apuesta por crear un parque fluvial "en vez de en su embovedamiento".

Si la primera de las propuestas contó con la unanimidad de los grupos, las siguientes ideas fueron finalmente rechazadas. La votación inicial fue de igualdad máxima ante la abstención de Ciudadanos, lo que motivó que el concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, ejerciera su voto de calidad como presidente de la comisión. El edil del PP pidió esperar a que los técnicos finalicen las propuestas en el ámbito del nuevo plan especial, que podría estar en un par de meses.

De otro lado, quedó patente el apoyo mayoritario del Pleno a las obras de construcción de la ciudad deportiva del Málaga en parte de los terrenos de Arraijanal. El PP, el PSOE y Ciudadanos defendieron el desarrollo de los trabajos en esta zona ante la crítica de varios colectivos sociales y ecologistas y la demanda de que se paralicen las actuaciones realizada por Málaga para la Gente, Málaga Ahora y el edil no adscrito Juan José Espinosa. Todos ellos llegaron a aludir a la posible afección arqueológica del espacio. Pomares aseguró que según los informes técnicos, los terrenos en los que se trabaja tienen un escaso valor.