Málaga ayer y hoy

La revolución industrial que acogió la sierra

  • Ojén La existencia de ricos yacimientos de hierro en el municipio hizo que a partir del siglo XIX la zona se convirtiera en un foco minero y siderúrgico de referencia nacional e internacional

Ubicado en la segunda línea de la Costa del Sol occidental a apenas ocho kilómetros de Marbella, además de una enorme riqueza forestal, Ojén alberga abundantes yacimientos de minerales como hierro, níquel, plomo y talco que hicieron que el municipio jugara un papel clave en la industrialización malagueña del siglo XIX. Aunque existen en el término municipal restos de ocupación prehistórica, el nombre de Ojén es citado por primera vez en fuentes árabes medievales cuando se produjo la rebelión mozárabe liderada por Umar ibn Hafsún. El castillo de Ojén fue ocupado entonces por las tropas del emir cordobés en 921 y se mantuvo bajo influencia musulmana hasta que en 1485 la localidad fue tomada por las tropas castellanas durante la reconquista de Granada.

Según el historiador Víctor Heredia, Ojén se convirtió en ese momento en una población habitada, sobre todo, por moriscos, musulmanes convertidos al cristianismo, que en 1569 se unieron a la sublevación de los moriscos del Reino de Granada y quemaron la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación construida medio siglo antes, mataron a los cristianos y huyeron a las sierras cercanas. El rey Felipe II mandó entonces tropas para acabar con la rebelión y después de 1570 Ojén, como otros pueblos de la Serranía de Ronda y sus alrededores, fue repoblada con cristianos viejos procedentes de la Corona de Castilla.

En los siglos siguientes, el pueblo se consolidó como una comunidad rural de montaña hasta que en 1807 obtuvo la autonomía municipal al independizarse de Marbella. Pero el acontecimiento que realmente activó la economía de Ojén durante esa centuria fue la minería y "el mineral que convirtió a la ciudad en un foco minero y siderúrgico de renombre nacional e internacional fue el hierro, dijo Heredia.

Con sus 3.300 habitantes, la plaza denominada actualmente de Andalucía sigue siendo el centro neurálgico de Ojén, presidido por la iglesia parroquial de la Encarnación y adornado al fondo por la fuente de los Chorros que ha conseguido mantener su imagen centenaria convertido en uno de los símbolos de la villa. Su patrimonio natural de indudable belleza le conceden un paisaje privilegiado cubierto de pinares y densos matorrales, que hicieron merecedor al pueblo de ser incluido en la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves.

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