Málaga

Más que un simple complemento

  • El sombrero se ha convertido poco a poco en un elemento imprescindible Además de proteger del calor dan un toque de elegancia y distinción

El sombrero tiene un origen muy antiguo y su uso ha variado desde sus inicios. Antaño marcaban el poder de quien lo portaba, distinguían a los más ricos. Poco a poco se hizo más común y fue un gran aliado contra el calor. Ahora ya no solo es un elemento para protegerse del sol, la moda lo ha convertido en un complemento imprescindible.

En calle Especerías, una al lado de otra hay dos sombrererías. Rosario Berrocal es una de ellas. Los colores, las plumas y decenas de detalles brillantes llaman la atención desde fuera. Una vez dentro, la elegancia y la originalidad se hacen más evidente. Una mujer atiende amablemente a una señora que ha llegado para probarse varios tocados. Su porte y estilo encajan perfectamente con la distinción de la tienda. "Este es precioso, sale a 185 euros", le dice. La clienta no acaba de decidirse por lo que opta por volver otro día con compañía para escoger el adecuado. "Entonces la espero a que venga con su hija", se despide desde el mostrador. Rosario Berrocal es la dueña de la tienda, además de la fundadora y diseñadora de la firma. Una de sus particularidades es que es una marca de procedencia malagueña, ellos diseñan y fabrican todos los modelos. Aquí, en la ciudad, tienen su única tienda física y su fábrica, pero venden a toda España y también al extranjero.

Inaugurada en 1989, la marca fue pionera en la elaboración propia de sombreros, así lo revela Berrocal. "Somos sombrereros de profesión, nos dedicamos más que nada al sombrero de ceremonia para eventos". Experta en el oficio, la dueña informa de que hay muchas formas de hacer estos singulares complementos, "depende de las alas, de las copas... Nosotros lo hacemos de tipo inglés, con maquinaria inglesa". Hacer, pueden hacer todo tipo de sombreros, todo depende del requisito de la clientela. Los precios de éstos oscilan desde lo 45 euros hasta inclusive los 400 euros. "Todo depende de lo uno quiera gastar", comenta Berrocal. Añadir un elemento así a tu día a día o en un evento especial puede ser justo lo que le faltaba a tu modelito, "dan un punto de confort además de aportar mucha elegancia", asegura.

Contiguo a este local, encontramos otro: Sombreros Casa Pedro Mira. Este negocio lleva como quien dice toda la vida en Málaga. Desde 1880, este negocio familiar ha pasado de padres a hijos, generación tras generación. Julia López, es una de las descendientes más jóvenes. Se pueden encontrar todo tipo de modelos, desde los de paja para la época estival hasta de lana o paño para invierno. "Ahora en verano los más vendidos son los de Panamá, son los más ligeros", cuenta López. Los precios aquí oscilan desde los 8 hasta los 85 euros, según el modelo y el material que se emplea en la confección. "Los más caros son los que hemos vendido en Feria. Los Arancha, hechos enteros de pelo de conejo. Salen a unos 150 euros".

Unas calles más adelante encontramos otra sombrería. "Perdón, no es un complemento, es parte integrante de la indumentaria", aclara severo Ricardo del Cid Fernández. Su establecimiento hace honor a su apellido. Encajado entre dos restaurantes de la calle Calderería, se sitúa Sombrerería Del Cid. Detrás de unas lentes unos ojos verdes aguados miran con curiosidad a quien pregunta por su tienda. Ricardo lleva una cinta métrica de color amarillo colgada en el cuello, por un momento deja lo que tiene entre manos y sonríe afable. Con morriña, el actual dueño cuenta que el negocio familiar se levantó hace más de medio siglo, antes lo regentaba su padre, ahora él. "Lleva abierto desde el 17 de noviembre de 1952", la memoria no le falla. "En esta calle llevo desde 2006. Antes estaba en calle Cárcel, y mucho antes enfrente de lo que era el cine Goya y después la galería". Aquí hay gorros de todo tipo y para todas las estaciones. "Los de invierno son de fieltro o de lana", comenta mientras los señala. También destaca que los hay de paja, de panamá, elaborados en Cuenca de Ecuador y traídos por importadores en España. A su tienda entra clientela de todo tipo, jóvenes y mayores, "vienen también muchos extranjeros, durante todo el año", subraya.

Lo que está claro es que este peculiar elemento ha sido y será algo esencial que no debe faltar en ningún fondo de armario. Puedes ponertelo para ir a la playa o a una boda, siempre y claro se debe escoger el más adecuado.

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