La niña de seis años hallada muerta este lunes en el municipio malagueño de Campillos junto a su padre residía en Mataró (Barcelona) con su madre, ya que la pareja estaba separada.

La pequeña se encontraba en Campillos pasando las vacaciones de Semana Santa y tendría que haber vuelto este lunes a Mataró, según ha señalado a Europa Press el alcalde, Jesús Galeote.

Un cuñado del hombre fallecido encontró los cadáveres sobre las 08.45 horas en la vivienda situada en el número 29 de la calle Claveles, en la barriada de Las Flores, dando aviso a la Policía Local y a la Guardia Civil, cuerpo éste último que se ha hecho cargo de la investigación.

El cuerpo del hombre, de 32 años, ha aparecido ahorcado en la cimbra de la escalera de la vivienda y el de la pequeña, sobre una cama, presentando espuma en la boca, ha apuntado el alcalde de Campillos.

No obstante, el regidor de este municipio de la comarca de Guadalteba ha precisado que habrá que esperar al resultado de la autopsia para determinar la causa exacta del fallecimiento de la menor.

Galeote, que ha declarado que este suceso ha provocado "estupor" y "consternación" en el municipio, ha confirmado que la pareja vivió en Campillos durante un tiempo y ha asegurado que se trataba de "buena gente". De hecho, ha añadido que las familias tanto de la madre como del padre son "muy conocidas" en el pueblo y "muy sencillas".