La prueba del algodón a la vuelta de las vacaciones está en las pruebas médicas y físicas que se realiza a los jugadores. Por norma, suele haber un buen tono global, aunque siempre hay casos y casos. De las nuevas incorporaciones, este año dos de ellas se han mostrado a un nivel de perfección: es el caso de Cifu, que regresa tras su cesión al Girona, y Adrián, un tipo que suele llevar una vida muy ordenada y eso se nota en lo físico.

Sus resultados son inmaculados en las pruebas de grasa y poseen un cuerpo privilegiado, tal y como constatan los componentes del cuerpo médico. Cifu sabe que tenía que agarrarse a un clavo ardiendo para apurar sus opciones de continuar en el equipo. En un principio, su sino no era ir a Holanda mientras se le buscaba equipo, pero esa predisposición que ha mostrado convenció a Míchel para llevárselo a esta segunda fase del trabajo.

En el caso del centrocampista, ni la reciente boda de su hermano Álvaro le sacó de sus buenas costumbres y rutinas, que le permiten llegar siempre en muy buenas condiciones al trabajo.

Otras de las sorpresas las reflejaron Jony, de quien Míchel ya reveló que había perdido siete kilos durante las vacaciones, y Ontiveros. El marbellí aún está convaleciente de su operación de pubalgia, aunque en los últimos meses se ha puesto a dieta y ello le ha valido para manejar un cuerpo más ligero.

De los que ya estaban en el plantel, Pablo Fornals y Luis Hernández son los que mejores estadísticas presentan.