Diego González, con apenas horas como nuevo jugador blanquiazul, se entrenó por primera vez con la casaca del Málaga en la sesión matinal de ayer. El central chiclanero ya parece uno más en la plantilla de Míchel.

González llegó a la ciudad el pasado jueves, pasó el reconocimiento médico, rubricó el contrato que hacía días había pactado con el club, y ayer saltó al césped del Ciudad de Málaga en el primer contacto con sus nuevos compañeros y su entrenador. Al natural de Chiclana de la Frontera se le vio a buen tono, siempre al mismo ritmo que sus compañeros y capacitado para estar disponible desde hoy mismo en el choque ante el Lazio.

De hecho, a alguno de sus compañeros ya le impuso en sus primeras horas. Juankar, en tono jocoso durante su presentación de ayer, comentó que "es bastante grande", que esperaba "no chocar con él". La envergadura de González es uno de los puntos fuertes del central (1,85 metros), así como su velocidad, polivalencia, anticipación y su condición de ambidiestro.

Más allá de la buena predisposición del zaguero gaditano, en el entrenamiento destacó la disponibilidad de casi todo el grueso de la plantilla. Ricca y Peñaranda entrenaron al margen de sus compañeros, ambos en la fase de recuperación de sus respectivas operaciones. Torres, que fue intervenido, y Ontiveros, de revisión en Barcelona, fueron las únicas ausencias. Los canteranos Mula, Maty, José Carlos, Álex Robles, Samu Casado y Kellyan no faltaron a la sesión.