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Duda se lleva hoy otro trozo del escudo

  • El luso anunciará que se acaba su gloriosa época en el Málaga

  • El extranjero o Segunda, alternativas

Se preveía una semana blanca, por eso del interés polarizado por el final de Liga. Pero está siendo negra. Porque Demichelis y Weligton anunciaron que se retiran; y hoy le toca el turno a Duda. En su caso, un hasta luego. Se acaba su contrato dentro de 41 días y ya no habrá más páginas para escribir. Buscará un último tren fuera, pero el punto y aparte de este mediodía será de nuevo lacrimógeno. Demasiadas emociones para el escudo del Málaga, bastante agitado estos días.

Transcurrieron 48 horas para que una de las mejores parejas de centrales de la historia dijera adiós. Y el mismo tiempo habrá pasado para que el brazalete de capitán se quede huérfano. Weligton y Duda aglutinaban la esencia del Málaga de los últimos años. Del sueño de regresar a Primera y devolver al club a sitio. De los sinsabores para mantener la categoría. De saborear las mieles del éxito de la llega de Al-Thani. De ser esa continua bandera de lo autóctono y lo modesto en el recorrido Champions. Weligton y Duda, dos malagueños que se equivocaron naciendo en otro sitio.

Desde Dubái ya le han seducido y clubes como Granada o Córdoba le tantearon

Aunque lo intangible es la mayor herencia que dejan tipos como Duda, nada como los números para entender la dimensión de este adiós. Porque se va el jugador con más encuentros en Primera, 314 -quién sabe si hay un 315 en 24 horas-. El que jugó más que los mejores que pasaron por aquí. Hasta los que jugaron en blanco y negro. 348 encuentros oficiales con la camiseta del Málaga. Esa en la que pone Memoria, Compromiso y Fe y de la que él ha sido exponente.

Tres días antes del fin de su contrario cumplirá 37 años. A diferencia de Demichelis, Duda no se siente desfallecido; tampoco media una lesión insalvable, como en el caso de Weligton. En su cabeza y en sus piernas sigue estando jugar. Aunque no a cualquier precio. En el sentido literal y figurado de la expresión. Entre el caché y un proyecto interesante se mueven sus intenciones. Y prácticamente todo se reduce a dos escenarios: dejarse seducir por alguna propuesta del extranjero o continuar su camino en Segunda División. Un buen contrato a cambio de renuncias personales al menos una temporada más o hallar un proyecto más cercano en el que lo familiar y lo deportivo sean preponderantes. Sobre la mesa ya ha llegado a tener una buena opción en Dubái y clubes como el Granada o el Córdoba le han tanteado para la categoría de plata. Ninguna de esas opciones parece convencerle por el momento. Hace apenas un mes fue padre de su cuarta niña, así que la decisión tendrá altos tintes familiares. Sin descartar que en ausencia de ofertas convincentes decida no jugar más.

Si Weligton se va a Brasil medio año con intención de volver a Málaga más pronto que tarde, Duda tiene claro que su futuro pasa por la casa que hace relativamente poco terminó de construir en Rincón de la Victoria, donde se mueve a gusto como un vecino más y tiene su vida hecha. Con sus clásicas visitas a Cádiz, por supuesto. Donde comenzó a mostrar el cañón de su zurda y conoció a Arancha, la madre de las mujeres de su vida.

Cuando Manolo Hierro descubrió a aquel enclenque juvenil del Vitoria de Guimaraes, era imposible pensar que se convertiría en la zurda del Málaga. Y como tal se irá este mediodía. El tercer mejor goleador de la historia. 348 partidos, 8 expulsiones, innumerables asistencias, un amplio abanico de goles de falta. Hasta un gol olímpico.

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