Una estampa tantas veces habitual ahora causa revuelo y llama la atención. Es Mario Husillos, que ayer estuvo en el estadio de La Rosaleda presenciando como otras muchas veces el entrenamiento del equipo. Pero la situación no es la misma ni mucho menos. El escenario actual es uno en el que el argentino abandona su cargo como director deportivo por injerencias en su parcela.

Todavía está en proceso y algunos, de manera interna, desearían su marcha atrás. Otros más realistas afirman que anda muy cerca de resolver los flecos de su finiquito para poner punto y final a su tercera etapa en el cargo. Para quitar hierro al asunto, el propio Husillos bromeó con los medios gráficos: "Buscan la última, eh", y "Chicos, mañana estaré aquí otra vez".

Mientras se confirma la salida de Husillos de la entidad, en el club se busca relevo. Hay opciones sobre la mesa, pero una es especialmente llamativa porque serviría para matar dos pájaros de un tiro: Juan Ramón Muñiz.

Una de las ideas del club es que el asturiano haga la función de director deportivo a la vez que es el entrenador. Le seduce. Por ser el Málaga y porque el modelo deportivo dependería de él, pero tiene muchas dudas en otros aspectos. Tanto de funcionamiento de club, como de autonomía, además de querer conocer primero al detalle todo lo relacionado con su parcela. Hay, además, otros factores muy a tener en cuenta. Las Palmas y el Dépor quieren a Muñiz, le han hecho ofertas y le apremian para que responda. Pero el Málaga está jugando su propia partida y ya negocia con él.