El mejor Valencia de la temporada es la amenaza hoy de La Rosaleda. Un equipo que, al igual que los blanquiazules, se ha tenido que tejer con mucha cautela. Voro, apagafuegos de profesión, solventó los temores a Segunda con un estilo cada vez más reconocible. Un equipo talentoso en su ataque, con mucha velocidad, pero que sufre cuando su rival merodea el área.

sin balón

A pesar de que la llegada de Garay y el crecimiento de Mangala convierten al Valencia en un equipo algo más rocoso, la sensación que deja en casi cada partido es la de un conjunto que sufre más de lo debido atrás. Partidos recientes ante el Atlético o el Celta demuestran la teoría, esa que habla de un equipo que suele convertir sus encuentros en una ruleta rusa.

con balón

Muy mejorado en este aspecto el Valencia, al que Voro consiguió dotar de un estilo eléctrico pero sin olvidar que la pelota es la que manda. Enzo Pérez es el cerrojo a las puertas que van abriendo Parejo, exquisita diestra, o Carlos Soler. El canterano es el hombre a seguir en los valencianistas, que se llevaron también a un buen jugador como Orellana. Munir, cada vez más importante, se suma a un buen ramillete de hombres con técnica demostrada como para saber lo que hacer con el esférico en su poder.

lo mejor

Se ha soltado la melena con los goles convertidos. Hasta el último partido ante el Sevilla (0-0), el cuadro valencianista sumaba 11 tantos en sólo cuatro partidos. Acumulan hombres en ataque, con los laterales siempre generando superioridad. Si cogen una buena racha de juego, son capaces de apelotonar a su rival en el área. Lo sufrió en sus carnes el Real Madrid o el Deportivo recientemente. Si tienen el día de cara, cualquier distracción puede condenarte a una derrota. Además, bajo los palos tienen un auténtico seguro de vida como Diego Alves.

lo peor

Casi no se les cuenta un partido tranquilo, sobre todo en Mestalla, donde el equipo ha sido capaz de desplomarse cuando más de cara lo tenía. Lo han mejorado, qué duda cabe, pero sigue siendo un equipo al que le cuesta sobreponerse a los golpes, muy similar a lo que le ocurre el Málaga. Si desconectan, ellos mismos son su peor enemigo.