Málaga C.F.

Invocar a las musas

  • El Málaga, que sigue en caída libre, recibe al Valencia de Marcelino en La Rosaleda (20:45)

  • Los blanquiazules llevan tres meses sin ganar en su campo y tres jornadas sin hacer un gol

Qué canción No hago otra cosa que pensar en ti, del maestro Joan Manuel Serrat. El Nano no paraba de buscar a las musas, que él daba por supuesto, ante tal bloqueo hecho poesía, que andarían de vacaciones. Porque pasaban de él. O eso decía. Pero si están ociosas las musas no es porque anden por la Costa del Sol. En La Rosaleda, desde luego, hace mucho que no se posan. Ni para dar un recado, que se dice coloquialmente. En el Málaga las están llamando a gritos de manera desesperada, buscando esa inspiración que frene su caída libre. No es tarea fácil detener el descenso.

El Málaga vive en la desesperación, desolado e impotente por no encontrar un acorde menor que armonice su fútbol de barraca. No encuentra un verso que rime con su huida a ninguna parte. José González busca el pulso a un once que no termina de ajustarse. Ahora tiene más donde elegir, pero eso no se tradujo aún en resultados verdaderos. El gaditano suspira por el primer triunfo de 2018, que sería el primero suyo. Dice que tiene que llegar, llegar ya, llegar ante el Valencia. Como si de repetirlo las musas fuesen a dejar sus vacaciones para instalarse en un vestuario trastornado de impotencia e impaciencia.

Cabe esperar que la variedad con la que ahora cuenta desemboque en un equipo con más virtudes que taras. Se desbrozó la plantilla, despojándola de las piezas que no aportaban, para reforzarla con espuertas de futbolistas venidos a menos. Como si de la cantidad fuese a nacer el acierto. Algunos no tardaron en hacerse con el sitio, como Ignasi Miquel e Iturra. Otros, está por ver. Ideye parece ser el más prometedor de todos. Mejora a los demás que usurparon el trono del gol, pero aún no ha marcado. Husillos y José vieron en él un mirlo blanco. Tiene buena pinta, pero a estas alturas las sensaciones significan bien poco. El abanico se amplia porque ahora parece que el entrenador también puede combinar su once con Diego Rolan y Miguel Torres, dos hombres de los que se esperaba mucho más (cada uno en su especialidad) y que, por una u otra razón, tienen el saldo en rojo.

Se asoma a la lista Lestienne. Una suerte de enfant terrible belga que a pesar de su insolente juventud ha trotado por medio mundo ya, dando la razón a los que sostienen que su talento es proporcional a su mala cabeza. Siendo así no ha caído en mal lugar, porque de ese perfil hay unos cuantos (y alguno que ya ha salido). Aun así, se confía en que pueda enderezar el camino y, de paso, servir a la causa del milagro blanquiazul. Conoce bien a las musas el belga, de eso no cabe duda.

El Málaga, conviene recordar, no gana en su estadio desde aquel sufrido triunfo contra el Deportivo de la Coruña. Eso fue el 19 de noviembre del año pasado. Desde entonces, dos puntos como local. Tampoco extraña que esté atascado cuando es incapaz de batir a ningún portero. Un tanto en ocho partidos.

Enfrente estará el Valencia de Marcelino. El conjunto che ha dejado atrás sus años de travesía por el desierto y ha recuperado algo de poso y peso en la liga. Aunque la lucha por el título le queda ya lejana, el entrenador asturiano tiene al equipo tercero. Además, ha resucitado a futbolistas que parecían perdidos para la élite. Al menos, para conjuntos de primer nivel. No quieren sustos para que Villarreal y Sevilla no huelan su sangre. A pesar de todo, ante el Levante demostró tener pegada pero también que se le puede meter mano.

Resulta curioso seguir hablando de permanencia, de opciones, de posibles cambios... Es la rutina del fútbol, el lado opuesto a las musas. Si ellas no vienen, pensará más de uno, quedan las matemáticas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios