Míchel y Miguel Torres aprovecharon la cercanía entre Madrid y Segovia -poco más de una hora en coche- para apoyar al Atlético Malagueño en su intento por ascender por la vía rápida. Los pupilos de Ruano no pudieron aprovechar esta primera oportunidad para convertirse en equipo de Segunda B, aunque aún tienen una bala en la recámara.

El técnico madrileño ha mostrado desde que llegó una cierta inquietud por las categorías inferiores. Han sido pocos los encuentros que el filial blanquiazul ha disputado en La Federación a los que Míchel no haya acudido y ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de formar una plantilla corta en el primer equipo que permita dar oportunidades a varios de los jugadores más aptos de La Academia.

Tanto él como el director deportivo, Arnau, quieren que en la próxima pretemporada haya en torno a ocho o nueve jugadores del filial malaguista. Por ello, Míchel aprovechó el exigente encuentro en La Albuera para tomar nota de qué jugadores pueden entrar en esa lista que les coloqué próximos al salto del primer equipo. Eso sí, el devenir del encuentro no permitió al madrileño tomar apuntes muy positivos sobre ellos.

Otro que asistió fue Miguel Torres. El defensor madrileño siempre ha estado muy atento a los avances del filial, sobre todo, en redes sociales. Además, que Ontiveros saliera de partida, motivó aún más al madrileño a asistir. Ambos están muy unidos desde que el marbellí contara como uno más en el primer equipo.