Hay quien tiene el don de la omnipresencia. Es buen asunto cuando quien lo ostenta es portero, al menos en lo meramente futbolístico.
A Roberto se le puede aplicar por su buen hacer en la portería del Málaga pese a los malos resultados del equipo, aunque en esta ocasión le tocó llevarlo a la práctica por una equivocación ajena. Sucede que el guardameta malaguista apareció este fin de semana para la Federación Española en dos partidos distintos: en el Málaga-Atlético y también en el Celta-Espanyol.
El árbitro González González, que pitaba el domingo en Balaídos, se equivocó al elaborar el acta y puso al madrileño como suplente espanyolista –equipo al que pertenece en propiedad actualmente– en el lugar de Pau López. Una equivocación curiosa, que no importante.
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