La ex directora general del Málaga, Yasmin Al Sahoud, ha salido al paso esta tarde de su despido del club. Lo ha hecho con un duro comunicado en el que señala su mala relación con el vicepresidente Abdullah Ghubn y denuncia "decisiones de gestión que asumen riesgos para la viabilidad del Málaga CF" y alerta de supuestos problemas para el pago de salarios. Ante la dureza de sus palabras, está previsto que hoy mismo Ghubn comparezca en la sala de prensa de La Rosaleda a las 13:00 para darle réplica. Se abre una fractura interna cuando el proyecto del jeque Abdullah Al Thani aún está empezando.

Este es el comunicado íntegro de Yasmin Al Sahoud:

Ante los hechos insólitos y de extrema gravedad que se han producido este fin de semana, incluyendo las noticias difundidas ayer por radio y hoy en los medios escritos sobre la rescisión de mi relación profesional con el Málaga C.F. y el hecho de que solo se me informara de que no podía asistir al encuentro de Liga celebrado en el estadio de La Rosaleda, me veo en la obligacion de difundir los siguientes extremos:

Como todo el mundo ya conoce, fue mi padre quien presentó a su amigo Sheikh Abdullah, que estuvo viviendo en nuestra residencia de Marbella durante más de dos meses (acompañado de su familia y de su secretario), a Fernando Sanz, para cerrar una transacción en la que he estado muy involucrada desde el inicio de los contactos y negociaciones.

En este sentido, Sheikh Abdullah y mi padre me encomendaron profesionalmente ocuparme tanto de la transición como de los demás aspectos operativos del club, dejando mi residencia en Madrid y sacrificando negocios interesantes para mi bufete, para ser parte de un proyecto de creación de un Málaga más grande, profesional, y con una sólida estructura deportiva que lo colocaran entre los cuatro mejores equipos de la Liga BBVA, a lo cual accedí ilusionada por la oportunidad de lograr, por primera vez en España, que un club de futbol de tamaño medio pudiera crecer para convertirse en uno de los grandes desde un entorno profesional, pasando a ser directora general y miembro del consejo de administración del Málaga CF SAD.

Se huía así de la imagen del jeque árabe que se compraba el club como un capricho, de igual forma que se compra un coche caro, del que se puede aburrir en poco tiempo (el célebre caso de Portsmouth), y se establecía el proyecto Málaga CF como un proyecto sólido a largo plazo.

Durante mi estancia, como directora general, estuve involucrada en prácticamente todos los aspectos operativos de la gestión del club, con excepción de la selección de los jugadores, que fue siempre determinada por Jesualdo Ferreira en su calidad de entrenador del primer equipo, y por el secretario del Sheikh Abdullah, Abdullah Ghubn, si bien la negociación, realización, y asistencia de prácticamente todos los contratos fue parte esencial de mi cometido.

Mi trabajo se centró en la gestión de marketing, operativa, y, sobre todo, financiera del Málaga CF. Es en este último punto donde las diferencias con la propiedad han sido más graves, ya que, habiendo salido de una situación de concurso, éste era un área que yo consideraba esencial.

Pese a la situación en teoría muy desahogada de NAS (el grupo de Sheikh Abdullah), la nueva propiedad ha tenido bastantes dificultades logrando pagar los salarios (incluyendo el mío, acordado con el Sheikh antes de mi traslado) y transferencias de jugadores y es en éste área donde mis continuos mensajes de atención han sido más desoídos.

Se ha hablado mucho de que la razón de mi destitución tiene que ver con la falta de inscripción de Galatto, y su ausencia en el partido. La realidad es que el jueves pasado todavía no estaban inscritos Sandro Silva, Sebastián Fernández, y Quincy, además de Galatto, por los trámites burocráticos necesarios para la inscripción, los cuales se iniciaron de forma muy tardía por los grandes retrasos en el pago. Es más, en muchos casos, tanto yo como el equipo directivo existente en el Málaga antes de la adquisición, tuvimos que intervenir para evitar que algunos de los jugadores hoy parte del Málaga C.F. no volvieran a sus clubes de origen.

En resumen, desde la retirada a Qatar de Sheikh Abdullah, las nociones de profesionalización de una empresa como el Málaga CF de su secretario y las mías han sido radicalmente opuestas, y yo, en la responsabilidad que detenta mi puesto para con los empleados del Málaga, los jugadores, así como la afición malaguista, no puedo aceptar decisiones de gestión que asumen riesgos para la viabilidad del Málaga C.F. Abdullah Ghubn, con el que he mantenido abundante intercambio de mensajes profesionales en relación a este tema en las últimas semanas, y todo tipo de mensajes a través de mi relación con Sheikh Abdullah desde hace más de dos años, es consciente de esta postura mía, aunque no la comparta.

Dado el carácter de las decisiones del secretario, en mi opinión claramente adversas para los intereses del Málaga C.F., y a las que yo me he opuesto de forma clara y continuada, es posible que se viertan desde el club desinformaciones sobre mi profesionalidad. Quiero dejar clara aquí mi tranquilidad sobre todas mis actuaciones en mi estancia en el Málaga C.F. y me pongo a disposición de los medios para aclarar cualquier duda sobre mi profesionalidad (así como para aportar cualquier información adicional que sea necesaria) que pueda ser difundida por el mismo.

No obstante lo anterior, como malagueña, como malaguista, y como amante de una afición que no deja de sorprender por su cariño y compromiso, espero que el Málaga C.F. consiga los mayores éxitos deportivos y económicos en su nueva etapa.

Quería, por último, agradecer a la afición sus múltiples muestras de cariño, a las peñas su incombustible apoyo al Málaga CF, a los empleados del club su esfuerzo (que fue mucho), y a los asesores su conocimiento y apoyo. Siempre llevaré en el corazón el escudo y vuestro calor.