Míchel ya tiene a su tercer central. Diego González firmó ayer su contrato como nuevo jugador del Málaga para las próximas cuatro campañas tras pasar por la mañana el pertinente reconocimiento médico. Hay defensa hasta 2021. El club ha desembolsado al Sevilla una cifra en torno a los dos millones de euros por los servicios del gaditano. Aunque cabe destacar que el conjunto nervionense se guarda una opción de recompra durante los tres primeros años en los que vestirá la elástica blanquiazul. La cifra de ésta podría doblar la del traspaso e irá aumentando al final de cada temporada.

González llega a Málaga a sus 22 años tras dos brillantes temporadas en el Sevilla Atlético, una en Segunda B y la última en la categoría de plata, donde terminó de despuntar. De hecho, el de Chiclana de la Frontera no llega de nuevas a Primera División. El central debutó hace dos años, estando aún en Segunda B, a las órdenes de Unai Emery. Fue en un Sevilla-Granada en mayo de 2016 en el que disputó algo más de un cuarto de hora sustituyendo a Juan Muñoz. Seis días después era titular en San Mamés disputando los 90 minutos ante el Athletic de Bilbao. El pasado curso, con Jorge Sampaoli en el banquillo sevillista, disputó algunos minutos en tres partidos, uno de ellos ante el Málaga en el Sánchez Pizjuán. El broche lo puso este verano con el subcampeonato europeo en Polonia con la sub 21 española, donde disputó dos partidos a las órdenes de Celades.

Debutó en Primera a las órdenes de Unai Emery, estando aún en el filial en Segunda BHoy entrenará con sus nuevos compañeros y podría debutar mañana en el Costa del Sol

Los que conocen a Diego señalan que es un jugador con carácter. De él destacan su rapidez, su contundencia, su dominio aéreo -185 centímetros- y su buen toque con ambas piernas, además de su enorme polivalencia. De hecho, el chiclanero fue hasta no hace mucho un extremo al que los laterales temían, después se pasó al lateral y acabó siendo el central que es a día de hoy. Hay alguno que menciona incluso que no tenía claro si era zurdo o diestro, por lo bien que tocaba el balón con ambas piernas, aunque él siempre se movió por la izquierda.

Fue Miguel Calzado, ahora en la dirección deportiva de La Academia, el que le fichó para el cuadro hispalense allá por 2015. Lo hizo tras su paso por el Granada B y previo pago al Cádiz de 800.000 euros. En la cantera amarilla fue donde González se formó como futbolista, pasando por el juvenil, el filial y llegando a debutar con el primer equipo con solamente 17 años. De ahí a Sevilla, donde encajó desde su llegada y al que siempre calificaron como una perla a pulir. Fue tal su impacto en Nervión que Emery se lo llevó a la Supercopa de 2015 ante el Barcelona, aunque no disputó ningún minuto. Algo vio en él Unai.

Tras la estampida de Jorge Meré, dirección a Alemania, y otras opciones que resultaron prohibitivas, los informes sobre Diego González destacaban por encima del resto de candidatos -como Alexis o Sergio Sánchez- para ese tercer central que tanto deseaba Míchel. Más allá de su notable proyección, formando parte de la terna de centrales de la Rojita, el club valora positivamente su cabeza, serio y profesional.

Diego González realizará hoy el primer entrenamiento junto a sus compañeros y a las órdenes de Míchel. De él se espera que se aclimate rápido a la plantilla para comenzar pronto a sumar, incluso a poder disputar sus primeros minutos ante la Lazio.