Cultura

'El bar' de Álex de la Iglesia inaugurará el Festival de Málaga

  • Blanca Suárez, Mario Casas y Carmen Machi protagonizan el filme, que se verá en Málaga tras su paso por la Sección Oficial de la Berlinale

Desde que en 2013 fuera reconocido con el Premio Retrospectiva Málaga Hoy, Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) se ha dejado ver con asiduidad en el Festival Málaga. El año pasado presentó en el certamen un adelanto de cinco minutos de su nuevo filme, El bar, y la organización del festival anunció ayer que ésta será la película que inaugure la próxima edición, que se celebrará del 17 al 26 de marzo. Lo hará en la Sección Oficial pero, eso sí, fuera de concurso, con el mismo rango con el comparecerá poco antes en la Berlinale (con lo que De la Iglesia se apunta a un recorrido europeo que ya han conocido otros cineastas como Isabel Coixet). El órdago se sitúa, a priori, a la altura de las circunstancias: el Festival de Málaga celebrará entre las fechas citadas su vigésima convocatoria rebautizado como Festival de Cine en Español y con películas de producción iberoamericana en la Sección Oficial a concurso, una verdadera declaración de intenciones para la que la organización quería un primer acto de resonancias amplias. De la Iglesia, su equipo y una película que en muchos sentidos remite a los primeros (y ya legendarios) títulos del cineasta parecen, de entrada, valores suficientemente sólidos. El 17 de marzo, claro, se habrán despejado todas las dudas.

Blanca Suárez, Mario Casas, Secun de la Rosa, el malagueño Jaime Ordóñez (al que De la Iglesia ha asignado un papel de especial relevancia), Carmen Machi, Terele Pávez, Joaquín Climent, Alejandro Awada, Jordi Aguilar, Diego Braguinsky y Mamen García protagonizan un thriller coral y con reconocibles dosis de violencia que transcurre enteramente en el interior de un bar. La acción comienza a las nueve de la mañana, cuando la clientela habitual del establecimiento desayuna en aparente tranquilidad. Pero el pánico estalla cuando uno de los usuarios sale a la calle y recibe un disparo en la cabeza; a partir de aquí se extienden el delirio, la claustrofobia y la creciente angustia, en un paisaje humano cuya traducción a la pantalla puso a prueba a Álex de la Iglesia y los suyos durante el más que complicado rodaje.

'El bar' parece una película del Oeste, pero luego recuerda más a 'La soga', por ejemplo"Álex de la IglesiaCineasta

En una entrevista concedida a Málaga Hoy el año pasado con motivo de su presentación del adelanto de la película en el Festival de Málaga, poco después de la finalización del rodaje, De la Iglesia apuntaba: "Si esta película la protagonizaran Brad Pitt y Angelina Jolie sería un thriller clásico. Pero yo cuento las historias en un entorno que conozco. En este caso, los personajes son los de un bar de Madrid, de Malasaña, un lugar que frecuento y cuya clientela me es familiar. Hay una ludópata que juega a las maquinitas, un creativo de una agencia de publicidad que cree haber encontrado un lugar auténtico, un oficinista de un banco, personajes que no tienen nada que ver entre sí. Gracias a esto estalla el conflicto. Y en este contexto tan reconocible pasa lo mismo que podría pasar en un bar de Manhattan". En El bar, el realizador vuelve a poner en marcha uno de sus juegos favoritos: conducir al espectador a las normas de un determinado género para, una vez metido en harina, traicionarlas por completo: "El bar parece una película del Oeste, pero luego recuerda más a La soga, por ejemplo". Entre las influencias asumidas, De la Iglesia admitía la huella de El ángel exterminador de Buñuel, pero también las de "El Dorado, Río Bravo y Asalto a la comisaría del distrito 13. Me gusta mucho John Carpenter".

En cuanto al reparto, De la Iglesia explicó entonces: "Cuando hago una película complicada, y El bar lo es, se hace muy difícil pillarle el punto y el tono. Quiero que la gente entre en lo que hacemos, que se sienta cercana y a gusto, pero también controlar cuándo las cosas van a ser divertidas y cuándo no lo van a ser. Y para eso necesito controlar también la interpretación de los actores al dedillo. Con esta gente tengo la confianza suficiente para pedirles las tomas que hagan falta, para cambiar lo que sea, de manera libre. He tenido la complicidad precisa". Ya sólo falta verla. En Málaga, de paso.

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