Banderas ya tiene licencia para convertir el Alameda en su Teatro del Soho

La ejecución tiene un coste próximo a los 2,4 millones

La reforma habilitará dos escenarios

Entrada del Teatro Alameda.
Entrada del Teatro Alameda.
Sebastián Sánchez

MÁLAGA, 20 de mayo 2018 - 01:37

Antonio Banderas ya tiene expedito el camino para, en el plazo aproximado de un año o año y medio, abrir las puertas del que será el Teatro Soho de Málaga. La antigua aspiración del actor malagueño de explotar personalmente una sala de teatro en su ciudad natal, truncada parcialmente tras el episodio del concurso del Astoria, está algo más cerca después de que la Gerencia de Urbanismo otorgase el pasado 19 de marzo la licencia de obra para la reforma interior y de fachada del aún Teatro Alameda. El presupuesto de ejecución material de la actuación, según los documentos oficiales consultados por este periódico, se eleva a casi 2,4 millones de euros. Es decir, que incluyendo otros conceptos técnicos, impuestos y las instalaciones propias del uso planteado la suma se dispara por encima de esta suma. A priori, según fuentes conocedoras del proyecto, los trabajos no arrancarán hasta que finalice la temporada del Alameda, lo que ocurrirá a finales del presente mes de mayo.

Desde ese momento, las obras se alargarán cerca de un año, fijándose la posible reapertura del inmueble para septiembre de 2019. El expediente tramitado ante Urbanismo contó con el informe favorable del departamento municipal, si bien se condicionaba su efectividad a que previamente al inicio de los trabajos a la aportación del estudio de seguridad y salud y del certificado de intervención en la dirección de las obras. Conforme a la propuesta de actuación planteada por la promotora del proyecto, Teatro del Soho, la intervención "mantiene la gran sala del teatro en planta baja y convierte las dos salas de cine superiores en un única sala de ensayos y pequeñas representaciones; se reforma interiormente los distintos espacios para adaptar los vestíbulos, zonas de circulación, aseos y demás dependencias a las necesidades actuales". Al tiempo, en el expediente se añade que la obra permitirá incorporar las oficinas de la planta primera a la propuesta como parte administrativa del teatro.

Asimismo, "se instala un nuevo ascensor en una de las cajas de la escalera para mejorar la accesibilidad del edificio", y destaca que si bien las fachadas del actual edificio no se modifican, sí "se dispone un nuevo revestimiento en planta primera, segunda y tercera hacia la calle Córdoba, y en planta primera hacia calle Casas de Campos, que recupera el hueco central que ilumina el foyer conforme a su estado original; este revestimiento sirve para destacar el uso del teatro respecto al resto del edificio, en consonancia con su carácter de equipamiento público, manteniendo la composición general del edificio al que pertenece".

El propio promotor ya apuntaba el pasado mes de marzo, en una entrevista, alguno detalles de la intervención. "Hay que hacer una reforma profunda. Los camerinos, sin ir más lejos, están en muy malas condiciones. No es un sitio donde puedas meter a Concha Velasco", explicaba, a la par que avanzaba que, como indica el documento técnico, el Alameda será dividido en dos teatro. Uno, el de la parte de abajo, "con unas seiscientas butacas", siendo un escenario "más para el gran público aunque no necesariamente comercial; para ver lo mismo a Lope de Vega que Buero Vallejo o Tennessee Williams"; el otro, en la parte de arriba, con unas 250 localidades, "donde vamos a tratar de hacer un teatro más alternativo y escuchar voces nuevas". Incluso, avanzaba su idea de convocar concursos de nuevos guionistas. "Queremos dar a conocer a creadores incipientes. También quiero hacer programas de televisión grabados en el mismo teatro", destacaba.

El actor encara el final de un largo camino

Fue el pasado mes de septiembre cuando, personalmente, por medio de un mensaje en las redes sociales, Banderas anunciaba "con satisfacción" el acuerdo alcanzado con los hermanos Jesús y Carlos Sánchez Ramade, dueños del Alameda, "por el que se me permitirá el uso del mismo como lugar escogido para llevar a cabo un proyecto teatral con el que he venido soñando desde hace ya demasiado tiempo". En esa misma comunicación hablaba de un acuerdo por un periodo "duradero que permita afianzar un proyecto teatral sólido y atractivo que arraigue en la ciudad, y se incorpore de forma decidida al movimiento cultural que se lleva experimentando en los últimos años". Tras este primer paso, la iniciativa privada alcanza ahora un momento clave en su desarrollo. El Alameda acaba siendo el último elegido para el proyecto del internacional artista, pero no fue el primero. Muchos años antes se manejó seriamente la idea de levantar un teatro con él al frente en los suelos del puerto de Málaga, en concreto en la zona de San Andrés, compartiendo entorno con el aún deseado Auditorio de la Música. Y más reciente en el tiempo, la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria. Banderas, lo que no se supo hasta el fallo del jurado, avalaba el proyecto arquitectónico presentado por el arquitecto José Seguí al concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento para transformar el inmueble. La iniciativa acabó siendo la mejor valorada. Pero cuando todo apuntaba a que podría impulsarse su desarrollo, Banderas decidió dar marcha atrás y rechazar su desarrollo, alegando un movimiento contrario a la iniciativa.

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