Crítica de Clásica

Brahms desvirtuado

Orquesta filarmónica de málagaHHHHH

Sexto concierto de la temporada de abono. Teatro Cervantes. Fecha:2 de diciembre. Programa: 'Concierto en Re mayor para violín y orquesta, Op.77' y 'Sinfonía nº2 en Re mayor, Op.73' de J. Brahms. Intérpretes: Orquesta Filarmónica de Málaga. Director: Manuel Hernández Silva. Solista: Alexis Cárdenas (violín). Aforo: Cerca de mil personas (casi completo).

Tan prometedor como poco convincente. Así resultó el sexto concierto de la temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Málaga, dedicado por entero a la música de Johannes Brahms. Aunque algo mejor el primero, ni el Concierto para violín y orquesta ni la Sinfonía nº 2 estuvieron a la altura de las expectativas, faltos los dos de tensión e intensidad. La lectura que de ambas obras pretendió Hernández Silva pareció en no pocos momentos exceder el límite de la heterodoxia -algo asumible- para incurrir en una suerte de desnaturalización por defecto que acabó desvirtuándolas. Y el caso es que esta apuesta por un sonido delgado y contenido tampoco sirvió, como podría suponerse, para una mejor y más nítida apreciación de sus característicos elementos constructivos.

Si bien el primer movimiento del Concierto mantuvo un equilibrio aceptable, el adagio, en cambio, careció de finura y empaste, a la vez que puso de manifiesto algunas carencias del planteamiento. Éstas se reprodujeron más acusadamente en la Sinfonía nº 2, en la que se echó en falta un sonido con más cuerpo; por ejemplo, y por mencionar sólo un pasaje muy significado, la orfandad del violonchelo al comienzo del segundo movimiento fue patente. Al final, y como si se tratase de una enmienda a la totalidad de lo que hasta ese momento se había escuchado, explosionó inesperada e injustificadamente el Allegro con spirito, no pudiendo evitar cierta sensación de efectismo y artificiosidad.

Por su parte, el violinista venezolano Alexis Cárdenas demostró -como también hicieran los compatriotas que le han precedido en el Cervantes- no sólo unas sobradas dotes musicales que le permiten abordar con solvencia obras de dificultad, sino también, en un divertidísimo bis, una relación con la música sana y hedonista.

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