Tricicle lleva 20 años con el humor gestual como marchamo de calidad. Ha creado un espectáculo nuevo cada cuatro años, la demanda de público ha ido creciendo y muchas ciudades se han tenido que caer de su programación. Aún no posee el don de la ubicuidad por lo que para paliar este déficit la compañía catalana creó en 1991, Clownic, una suerte de apéndice que ahora se presenta en Málaga con el espectáculo Tricicle 20 que se instala hasta este domingo en el Teatro Alameda. Se trata de uno de los tres espectáculos (junto a Sit y Garrick, estrenado este año) que recuperan los mejores sketch de la compañía original pertenecientes a los montajes Manicomic (1982), Exit (1984), Slastic (1986), Terrrific (1991) y Entretres (1996). Así, los tricicleros de pro volverán a reír con el número del partido de tenis, de boxeo, o con la visita al dentista, por ejemplo.

El germen de esta iniciativa llegó cuando Tricicle no podía seguir con la gira francesa de Slastic y, a la vez, dedicarse a la creación del su siguiente espectáculo. Surgió la idea de crear una segunda compañía, clónica, para lo que organizaron un casting en busca de artistas especializados en mimo, danza, comedia y acrobacia lo que dio lugar a Clownic. El mismo año fue galardonada con el premio Edith Piaf otorgado por los críticos franceses.

La compañía la forman Gregor Acuña, Xavier Casals y Benjamí Conesa. "Ellos pedían ante todo vis cómica no querían un mimo clásico tipo Marcel Marceau a las española" , comentó ayer uno de los actores durante la presentación. Para lo tres lo más difícil y a la vez "mágico" fue conseguir "ese teatro detallista, de gran precisión que requiere el contacto con el público", matizó Gregor.