Cultura

"Si Dizzy Gillespie fuese un vino creo que sería un Vega Sicilia"

  • El trompetista cubano actúa mañana en el Teatro Cervantes con su sexteto, en lo que será la noche latina del Festival Internacional de Jazz de Málaga

"No hablemos de política", pide Arturo Sandoval (Cuba, 1949), uno de los grandes del jazz latino, exiliado de su país desde 1990. Atrás dejó una carrera gloriosa que no ha dejado de brillar pese a alejarse de sus raíces. La clave quizá sea que lo que él ama es la música, algo que nunca abandonará.

-¿Va a ser una fiesta su paso por el Teatro Cervantes?

-Será una fiesta, pero no porque la gente pueda o no bailar, sino porque para mí actuar sobre un escenario siempre es motivo de satisfacción.

-Un amigo me ha insistido en que le pregunte si va a tocar el piano en Málaga.

-Claro, claro que lo voy a tocar.

-¿Qué le gusta más, el piano o la trompeta?

-La música, lo que más me gusta es la música; también disfruto canturreando en la ducha.

-Usted se formó en Cuba como músico, pero lleva ya mucho tiempo dando vueltas. ¿Cual ha sido su principal influencia?

-Es el día a día. Aprendes de todo aquel con el que tocas. Y sí, claro que Dizzy Gillespie es una gran influencia, es el maestro.

-En todos estos años ha grabado muchos discos, tanto propios como de otros. ¿Su mejor recuerdo?

-Fue un privilegio poder grabar para el último disco de Frank Sinatra y ver mi nombre en el libreto. Me llamó Phil Ramone, que ha hecho grandes cosas, y lo disfruté mucho.

-Pero no tocó con él, ¿no?

-Fue con overdubs, como dicen ahora. Yo grabé mi parte solo. Ahora se graba así. Lo he hecho con Barbra Streisand, Rod Stewart y Johnny Mathis, que es un señor muy generoso. Sinatra ya estaba enfermo por aquel entonces. Es un placer y un elogio que te llamen para participar en un disco.

-¿Y el mayor elogio que le han dedicado cual es?

-El mayor elogio es que el público venga a los conciertos. No como autómatas, sino vivos, disfrutando y así ver que entienden lo que uno hace.

-Usted tiene una extraña conexión con Málaga, ya que participó en Los reyes del Mambo, la primera película estadounidense de Antonio Banderas.

-Oh, prefiero no hablar de esa película. Me llamaron para hacer la banda sonora y me rechazaron lo que compuse, pero dejaron una canción. Yo he leído el libro y lo que hicieron fue una versión muy libre.

-Creo que le gustan los vinos, ¿qué tal los que ha probado en esta gira?

-Siempre hay que buscar un hueco, que uno es un ser humano, pero todavía no he tomado ninguno.

-Si usted fuese un vino, ¿cuál sería?

-Un Gran Reserva, que llevo casi 48 años en los escenarios.

-¿Y Dizzy Gillespie?

-Creo que sería un Vega Sicilia [risas].

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