Hace casi tres años que el huracán Juanes pasó por Málaga para arrasar con su guitarra cualquier resquicio de silencio. Fue en septiembre de 2005 en el Palacio de Deportes Martín Carpena. El cantante colombiano presentaba entonces su segundo álbum de estudio, Mi sangre, dentro de la las Serenatas de la Luna Joven organizadas por el Ayuntamiento capitalino. Esta noche, el ganador de 13 Grammy y 5 premios MTV regresa al mismo ciclo para subirse al Auditorio Municipal con La vida es un ratico, su último trabajo.

Sin teloneros y con dos horas de espectáculo por delante, el cantante presentará hoy un repertorio de temas de sus cuatro álbumes en el mercado.

Acostumbrado a remover la coctelera de ritmos, Juanes avanza un paso más y en este álbum fusiona el rock latino con la cumbia, el flamenco, la trova y el tango. Tras la producción de La vida es un ratico está el oscarizado Gustavo Santaolalla. Los arreglos de cuerdas corren a cargo de David Campbell (colaborador de Paul McCartney, entre otros) y el autor de la letra y la música es el mismo Juanes.

La Vida World Tour comenzó el 6 de marzo en el Madison Square de Nueva York y con ella recorre nueve ciudades españolas entre junio y julio (las próximas citas serán en Murcia, Granada, Las Palmas y Tenerife) tras pasar por el Reino Unido, Alemania, Bélgica Holanda y Francia y continuar hasta agosto por Mónaco, Italia, Suiza, Finlandia y Dinamarca, entre otras escalas.

Juanes (Juan Esteban Aristizabal, 1972) comenzó su carrera a los 15 años con la banda de metal Ekhimosis, a la que permaneció unido doce años y con quien grabó cinco álbumes. En 1999 decidió iniciar su carrera en solitario. En cuatro años logró convertirse en el artista latino con mayor proyección en el mercado internacional, con más de 17 millones de copias de todos sus álbumes.

Juanes es, además, uno de los abanderados de la lucha contra las minas antipersonas por medio de la Fundación Mi Sangre, que trabaja en la obtención de recursos para programas de reintegración social y económica de las víctimas. Con este compromiso se convirtió en el primer cantante en presentarse en el Parlamento Europeo como símbolo del apoyo de la Eurocámara a la causa. En 2006 fue nombrado Caballero de la Orden francesa de las Artes y las Letras.