Seis meses después de su flamante inauguración, y en plena polémica tras la decisión de la Junta de Andalucía de cerrarlo por las tardes en verano en virtud del convenio laboral, el Museo de Málaga, alojado en el Palacio de la Aduana, empieza ya a mostrar signos de que la rehabilitación del histórico edificio (en la que el Gobierno invirtió 37 millones de euros) no fue, posiblemente, la mejor de las posibles. La Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha destinado un total de 59.489 euros para las "obras de subsanación de daños por humedades y rotura de vidrios de gran formato en el Palacio de la Aduana (Museo de Málaga)", tal y como reza el contrato formalizado el pasado 23 de mayo en el que figura como adjudicatario la empresa Reca Aveig Ingeniería y Construcción, SL. El plazo de ejecución se concreta en 45 días.

La aparición de humedades resulta especialmente delicada en un lugar como la Aduana, que alberga las colecciones de Arqueología y de Bellas Artes del Museo de Málaga.