El mal de Tourette, el ciclo de propuestas escénicas que no pueden ser clasificables como teatro, danza o música, siendo la palabra y la poesía el nexo de unión de los espectáculos, ha sumado en su primera edición más de 600 espectadores con una ocupación media del 60%. Esta edición del ciclo, que comenzó febrero y que culminó el pasado mes de mayo en el Teatro Cánovas, ha tenido un aumento de espectadores progresivo, ya que el evento comenzó con un número bajo de asistentes pero, conforme fue avanzando, el número de espectadores fue en aumento. El organizador del ciclo Miguel Zurita afirmó que "arrancar siempre cuesta mucho, pero el público poco a poco ha ido entrando, y la progresión ha ido a más tanto en número de espectadores como en expectación".

Así, El mal de Tourette, que ha contado con tres estrenos absolutos en Málaga como han sido Sueltos. Gasolina de Vicente Ortiz, Miguel Muñoz Zurita, Juanlu Gutiérrez, Ángel Pedroza y Alfredo López; En carne viva. Relatos en clave de sol de Nacho Albert y Miguel Olmedo; y Las flores no lloran de Paloma Peñarrubia, se ha desarrollado en cuatro entregas y ha sido organizado por 19 Sobres de Sopa. Zurita señaló que en España hay muchos festivales de poesía pero "de poesía escénica, tal y como nosotros lo hacemos no hay ninguno. Le damos acogida a todos esos espectáculos que son inclasificables, que cada vez hay más que no son estrictamente teatro, ni danza, ni música pero que reúnen todas esas disciplinas y donde la palabra es nexo de unión". Este ciclo también ha contado con Camilo de Ory, Francisco Nixon, Toni Zenet, Javier Laguna, María Eloy-García y Manuel Vilas, entre otros.