firmado: mister j.

Vacaciones eternas

  • 'A través del universo' recopila un atractivo material de Marvel que jamás había sido editado a color en España

Leer Los cuatro fantásticos de Stan Lee y Jack Kirby es lo más parecido a estar de vacaciones. Es divertido, es reconfortante, es un deleite. Vean si no estos episodios, que no son los mejores de la etapa del tándem, pero siguen brillando a gran altura. En ellos el dialoguista Lee se desmelena de lo lindo y Kirby sigue impartiendo su magisterio gráfico, inventando una gramática para el género de superhéroes, y se palpa una tensión creativa entre ambos, lo que no hace sino aumentar el jolgorio. No ha habido nadie como Kirby, ni antes ni después de él. Y probablemente nunca habrá nada igual, terremotos como estos son infrecuentes en la historia del arte. Juntos son la leche, dos tíos hechos y derechos jugando como niños.

Fíjense en la mole de metal que sostiene La Cosa en la página 6, splash page del número 64 original, ¿a quién, en su sano juicio, se le puede ocurrir un cacharro semejante? ¿Y para qué sirve una cosa así? Dice Míster Fantástico en esa misma viñeta: "Al sacar ese reactor, ninguna criatura de la Zona Negativa podrá volver a entrar en nuestro mundo a través del portal." Y Ben Grimm le replica: "¿Es que tienes que soltarme rollos siempre que sostengo algo?" Ya lo he dicho, dos adultos disfrutando como niños.

A través del universo, el nuevo y voluminoso tomo Marvel Gold de Los cuatro fantásticos de la mítica, seminal etapa de Lee y Kirby, recopila los números 64 a 81 (julio de 1967-diciembre de 1968) de Fantastic Four, la cabecera que dio origen a la Era Marvel de los Cómics. Y junto a ellos van el Annual 5 (noviembre de 1967) y el 6 (noviembre de 1968), y los números 37 y 38 (febrero-marzo de 1968) del Daredevil de Gene Colan, casi nada. El solo hecho de disponer en un solo libro de todos estos contenidos -que incluyen la llegada de Él o, lo que es lo mismo, del futuro Warlock, el nacimiento de Franklin Richards, apariciones de Los Inhumanos, Ronan el Acusador, Psicoman, Galactus, el Doctor Muerte, Annihilus, Thor, Spiderman, Daredevil, etcétera, etcétera- ya debería ser reclamo suficiente, pero no está de más recordar que la mayoría del presente material jamás había sido editado a color en nuestro país y que, salvo en el caso de los anuales, las únicas ediciones disponibles en su día alteraron el formato original -y una de ellas, aquella del volumen 1 de Vértice, hasta la composición de página-, lo que convierte este título de Panini en un verdadero acontecimiento para los amantes del mejor tebeo de superhéroes. Y conste que lo de mejor lo digo literalmente.

Como es norma de la colección, el volumen se completa con las portadas originales de cada uno de los episodios y con numerosas páginas extra, repletas de información e ilustraciones de todo tipo y procedencia, al hilo del material incluido. Dice Raimon Fonseca en su largo epílogo que esta es "una edición difícil de superar", y sus palabras se aplican al resto de ediciones de clásicos de Marvel ofrecidas por Panini. En todas ellas destaca la hechura, el papel, la impresión -es cierto que el color no es el original, pero la culpa es de la propia Marvel-, tanto como la traducción y rotulación, dos cualidades en las que se suele dar gato por liebre al aficionado y que aquí descuellan por la profesionalidad y el cariño derrochados.

·firmadomisterj.blogspot.com

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