Yllana vuelve hoy a los escenarios con un nuevo espectáculo, Sensormen, una "tecnocomedia ritmo-electrónica" que no olvida el humor, seña de identidad del grupo, y que experimenta en esta ocasión con formas innovadoras de hacer música. Así lo explicó ayer Juan Francisco Ramos, uno de los directores, junto a David Ottone, del montaje que podrá verse en la Sala Roja de los Teatros del Canal hasta el 24 de abril.

Los protagonistas de Sensormen son cuatro operarios tarados, especialistas en el mundo del ritmo, que se sirven de diversos gadgets con sensores para ejecutar sorprendentes experimentos/canciones. El espectáculo cuenta con la presencia del performer Bul Bul quien propuso la idea a Yllana de embarcarse en esta aventura "de riesgo" para todos que ha requerido una profunda investigación y experimentación de sonidos a partir de instrumentos nada convencionales.

"Se trataba de mostrar al público una parcela musical desconocida, una forma de entender la música distinta y nueva", explicó Ramos. "Son ritmos construidos con insólitos instrumentos inventados para la ocasión como aparatejos con rayos láser, sillas, sensores de impacto, de aire, haces de luz, cientos de miles de kilómetros de cable y cinco ordenadores conectados entre sí", precisó.

El director insistió en el "interés" por explorar las "nuevas formas de hacer teatro" y señaló que a diferencia de otros países, en España "falta un pequeño empuje a la gente que intenta hacer cosas innovadoras".