Parecía que su primer álbum, llamado como él Pablo Alborán y aparecido a comienzos del año que ahora termina, iba a constituir un listón demasiado alto. Su conquista de las listas de ventas y su constante permanencia en lo más alto de las mismas reprodujo un fenómeno del que la industria discográfica española no tenía noticias desde el debut en solitario de Manolo García. Ni Enrique Bunbury, ni Lady Gaga ni los más diversos superventas lograron desbancarlo del número 1 durante siete semanas seguidas y algunas más que lo recondujeron a lo más alto con posterioridad. Pero ni siquiera han tenido que transcurrir doce meses para que semejante éxito haya sido superado. Su segundo disco, En acústico, es de nuevo líder de ventas en España, mientras que su primer single, Perdóname, en el que Alborán canta junto a la portuguesa Carminho, es a su vez número 1 en el país vecino gracias a su versión lusa. El pasado viernes, además, se confirmaron dos noticias que demuestran hasta qué punto el de Pablo Alborán es un fenómeno destinado a dar de sí mucho más en el futuro: su álbum de debut ha sido la producción discográfica española más descargada en iTunes este año, y el tercero en la lista general después de 21 de Adele y Songs for Japan, un recopilatorio de varios artistas. Y el mismo día recibió el Premio al Mejor Artista Revelación de Los 40 Principales, en una gala celebrada en Palacio de los Deportes de Madrid en la que actuó en directo (interpretó su gran éxito Solamente tú a dúo con Malú) y en la que cosechó infinitos aplausos.

"Estoy que no me lo creo. Yo veía los Premios 40 Principales en la tele y siempre soñé con estar aquí. Este es un premio, si gano alguno de los otros dos, estupendo; pero, si no, no me importa, porque estoy viviendo algo maravilloso. Llevo un año que está siendo una locura", dijo el malagueño en los momentos previos de la gala, antes incluso de saber que iba a hacerse con el galardón. Y no es para menos. Su actuación junto a Demi Lovato en la gala de los Grammy Latinos celebrada el mes pasado en Las Vegas, a la que acudió con tres nominaciones en su haber, reforzó de manera notable una proyección internacional que ya se había cimentado con una gira de conciertos en Argentina, Chile y México. Aunque finalmente no ganó ninguno de los galardones a los que optaba, el principal premio, que fue la adopción de miles de nuevos fans en medio planeta, sí que se lo trajo bajo el brazo. Ahora, En acústico continúa escribiendo su historia en letras de oro. Menudo ha sido el 2011 para Pablo Alborán. Y eso que sólo se trata del principio.