En su despacho todo está pensado para que la dueña se sienta como en casa. Desde la mesa de reuniones, los cuadros que cuelgan de sus paredes hasta su propia silla, tapizada en seda con una reproducción de un lienzo de Romero de Torres. A las seis de la tarde, minutos antes de que la baronesa presida una nueva reunión del Patronato del Museo Carmen Thyssen Málaga, recibe a la periodista con gesto cansado pero dispuesta a contestar sin rodeos. Respecto a la subasta de La esclusa de Constable insiste en que ha tenido que "sacrificar todo" para que la colección de su marido se mantenga intacta y se reafirma en su falta de liquidez. "De millonaria nada. Nunca lo he sido".

-¿Cómo recibe que su museo en Málaga cierre 2011 con un superávit de casi 12.000 euros?

-A la larga han sido 15.000 euros. Cuando se termina un museo siempre hay muchas cosas que van saliendo y que no te esperas. Que tengamos el primer año del museo ese superávit es maravilloso, divino. Me siento muy orgullosa de todo el equipo.

-Entre los ingresos figura la aportación anual del Ayuntamiento, 1,8 millones en 2011 y 170.000 euros en 2010, pero que se cobraron en febrero pasado, ¿espera que este año no pase lo mismo?

-Yo nunca me meto en las cuentas, sólo en la parte artística. Simplemente estoy contenta de que no tengamos déficit. Son temas que dejo a los patronos, que están más preparados. Naturalmente estoy atenta a lo que ocurre, pero las cuentas las deciden el alcalde y los patronos.

-¿Qué va a pasar con el programa de exposiciones temporales, después de anunciar varias muestras que aún no han llegado como la de los maestros impresionistas, los paisajes andaluces de Sorolla o la de Luca Della Robbia, prevista para este otoño?

-Vamos a hacer unas exposiciones muy buenas. Ahora tenemos prevista la de Anglada-Camarasa que llega gracias a La Caixa que es quien tiene la colección, nos la presta y encima nos ayuda económicamente. Estamos muy orgullosos de exhibirla y de que haya dos cuadros de mi colección.

-Esa es precisamente la que sustituye a la de Della Robbia, anunciada y suspendida posteriormente...

-Esa exposición nunca fue aprobada en el Patronato. Costaba de entrada 300.000 euros traerla pero las cosas siempre suben un poco más. En el primer año de museo no nos lo podemos permitir, si no está financiada por una empresa. En el Thyssen de Madrid las exposiciones temporales que hacemos casi siempre han sido financiadas por empresas privadas o bancos. De las tres temporales que he traído, solo la segunda, la de Mercedes Lasarte, costó 11.000 euros. Pero la primera y la tercera, con cuadros internacionales, esas valen cada una 1 millón de euros. Creo que me deben agradecer que las haya traído.

-¿Por qué razón no se ha podido montar la exposición de Della Robbia?

-Como antes había otra directora artística, María López, y se fue por las razones que fueran, no se pudo llevar a cabo con ella esa exposición, y a la nueva directora artística no le ha dado tiempo. Se tardan dos o tres años en montar exposiciones de ese nivel. Se ha hecho conmigo porque los cuadros los tengo prestados en el Thyssen de Madrid y se han descolgado de sus paredes. Son sacrificios del museo de Madrid. No es fácil. Yo lo hago porque no me cuesta dinero traerlas.

-¿Y descarta retomar la idea de traer las temporales anunciadas de Sorolla y los maestros impresionistas, entre otras?

-Se están preparando con la directora artística. Pero eso es una cuestión de ella. Yo no soy directora artística, yo presto mis obras cuando se me piden con toda la ilusión del mundo. Mi función es vigilar que sean buenas exhibiciones, a la altura de la categoría del museo, pero no soy yo la que trabaja en esto. Nos llegan los proyectos, los aprobamos en el Patronato y ya está.

-¿Cuál es su criterio a la hora de aprobar exposiciones temporales?

-No creo que se deban hacer más de dos exposiciones temporales al año. Los museos no se han hecho para eso, sino para tener colecciones permanentes que se divulguen como deben ser. Porque el coste es tan grande hoy en día que como no tengas financiación por parte de entidades es muy difícil.

-Esa financiación, ¿está en el horizonte de las próximas temporales?

-Dime, ¿quién está en el horizonte hoy de pagar algo? Me he enterado de que en el Thyssen de Madrid nos han quitado la financiación de Caja Madrid, que ahora es Bankia. Si no tienes financiación no puedes traer exposiciones caras porque te juegas que el museo tenga déficit y eso para mí es lo peor que hay.

-¿Y cuál es su propuesta?

-Se pueden hacer cosas divinas con la colección permanente, o con un cuadro que se traiga, con conferencias, ciclos y exposiciones de contexto con tres o cuatro cuadros de otras partes del mundo, eso es lo que yo aconsejo. Yo no decido las exposiciones temporales, el museo no se ha hecho para que Carmen Thyssen diga esto se hace y esto no. Yo sólo aconsejo, porque yo he llevado el museo de Lugano de Villa Favorita durante varios años con mi marido y sé de qué va. En el Thyssen de Madrid toda mi cooperación es poca y aquí igual.

-¿A qué responde la política de cesión de cuadros que inicia ahora en el Thyssen de Málaga?

-Cuando te pide un museo cuadros de tu colección permanente los prestas si ves que es para una buena exposición, igual que te prestan ellos cuadros a ti. Hay que ser amables con los museos españoles e internacionales para que esto siga adelante. Los cuadros no vienen del cielo, casi siempre vienen de museos y pocos de colecciones privadas. No es fácil el intercambio.

-¿No quedaría deslucida la colección permanente con la ausencia por cesión de la Santa Marina de Zurbarán?

-Se deja una fotografía grande, se dice dónde está el cuadro y cuándo vuelve y ya está.

-¿Con la subasta de La esclusa tendría ya la liquidez que necesita?

-Espero que sí, si el cuadro se subasta bien, claro.