Cultura

Un diseñador atrevido

  • El malagueño José María Soler destaca que el mercado de la moda nacional está "muy estancado" debido a la falta de riesgo a la hora de utilizar el color

La moda es una forma de cultura, sobre todo para los jóvenes que hacen de sus atuendos una forma de vida. Llevar un pantalón de pinzas, acampanado o de tubo puede marcar rasgos de la personalidad de cada persona. Poco a poco los diseños van evolucionando. Esta evolución, sobre todo por la utilización del color, el diseño de ropa atrevida, es una de las característica del diseñador malagueño José María Soler. Aunque su trayectoria se remonta los años 80, en 1986 decidió crear un empresa de moda. Desde entonces, junto a su equipo de modistas y empresas colaboradoras, como buen creador de moda que es, da un toque particular a la ropa que sale de su atelier. "Cuando la gente ve mi producto le gusta porque es muy provocador y esto suscita una reacción de atrevido, y eso da miedo, no por fealdad sino por belleza. Siempre he pensado que la belleza es atrevida, si no no sería belleza", confesó Soler.

A la hora de crear sus diseños, este malagueño se sirve de cualquier elemento para inspirarse. "Yo me puedo inspirar en todo, cualquier cosa me da motivo para realizar un diseño, desde una música a un animal o una sombra y luego le puedo dar cierta tendencia al minimalismo, al barroco a lo que se quiera".

Actualmente el mercado de la moda nacional está "bastante estancado" debido a que "los diseñadores no arriesgan, aquí estamos como con los visogodos". "Nuestros clientes potenciales buscan algo diferente y esa diferencia es la que nosotros marcamos tanto por los tejidos que empleamos como al hacer las telas pintadas o en las líneas", aseveró José María Soler.

Uno de los problemas que Soler considera que existe tanto en la moda malagueña como a nivel de diseñadores nacionales es "el miedo a realizar un producto en el que se vea la diferencia". "Existe un estancamiento que se debe a que el empresario o creativo no quiere hacer un cambio porque son muy conservadores. Les cuesta cambiar la política de la empresa a nivel de diseño, pero están viendo que hay tal competencia a nivel internacional que realmente si una empresa quiere triunfar tienen que tener un buen equipo creativo en diseño y que se dedique a la investigación de materias primas", destacó Soler.

Otro de los aspectos que destacó el malagueño fue que para que un diseñador español sea reconocido en España "debe triunfar antes en el extranjero".

Pero estos miedos no sólo pasan por los diseñadores, sino que el público también los siente. "La gente tiene miedo a ponerse color, no se atreven a ponerse cualquier cosa que se puede ver en un magazine, pese a que lo consideran una maravilla".

Respecto a Málaga, el mercado de la moda es más tradicional. "Nosotros nos dedicamos a clientas de Marbella, Estepona y Sotogrande, entre otros. Este tipo de clientas van buscando cosas muy exclusivas y diferentes. En la capital se hace una moda más comercial. El problema de las personas es que no son acordes a su pensamiento cosmopolita por el miedo al que dirán", destacó el diseñador malagueño.

Ahora José María Soler y su equipo están trabajando para abrise las puertas a nivel internacional y enseñar sus diseños por cada uno de los países del mundo.

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