Odio a la rutina, pánico al paso del tiempo, necesidad de vivir y de escribir. Así lleva el día a día Jose Acevedo. Un hombre que se viste de energía positiva cada mañana para hacer frente a la realidad, sea cual sea. Una cotidianidad a la que saca todo su jugo para beber así sus vitaminas. Resultado final: elevados niveles de creatividad en sangre y unas ganas irrefrenables de pegar teclazos. Tratamiento: no es necesario.

Esa visión de la realidad, la suya, "sobre las cuestiones que nos planteamos los seres humanos, los que se lo planteen: por qué hay una persona en la calle sola, por qué una mujer es maltratada, por qué hay pobreza, la soledad, el tiempo, la juventud..", eso es el último libro de este escritor sevillano afincado en Jerez, Metamorfosis y otros relatos. 49+1 sombras (Ediciones Carena). 49 realidades más la que ilustra la portada. Un título que está desde ayer en la librerías y que llega tras Relatos para la tortura de un abandonado doméstico y Carlos y alguien más (ambos de Carena también).

Acevedo reaparece ahora con una obra "mucha más profunda que las anteriores en las que mostraba cuestiones como el sentimiento que te produce ser abandonado, romper con tu pareja, o esa mezcla de historias de amor con el tema de la violencia de género. Aquí, al ser relatos, me permite tocar muchos más temas, más que amor-desamor, "una visión onírica de la realidad", como dice Esteban Fernández en el prólogo. Son ambigüedades, una invitación a leer de la que sacar conclusiones pero sin contar cuáles son las mías. Las mías son mías. Mis trabajos están abiertos a la interpretación", explica el autor.

Una obra recorrida por el erotismo. "Pero ¡ojo! -advierte Acevedo- yo no hago literatura erótica, yo hago erotismo dentro de la literatura, que es muy distinto. La visión erótica es imposible de eliminar de mi literatura, al igual que tampoco puedo evitar ser cinematográfico. No me puedo deshacer de todo eso. De hecho, cada relato va con su imagen, obras de Gonzalo Seis".

No es fácil leer a Jose Acevedo, "es una literatura no fácil porque no es necesario explicar. En el fondo, toda mi literatura es un intento de vivir, de ver la vida, es el carpe diem, porque nos preocupamos por muchas cosas y nos deberíamos más bien ocupar de ellas y de arreglar los problemas que tenemos, así ganaríamos más tiempo para vivir sin complejos". Porque Acevedo es un hombre sin complejos, "y mis personajes tampoco, aunque les ocurra algo trágico".

¿Por qué Metamorfosis? "Porque la vida es un cambio. Convertir la rutina en sueños, y los sueños en realidades. Sin obviar que la realidad existe, pero hay que vivir más allá de eso. Es lo que nos queda. Hay que luchar. Y ese es el canto de esta obra". La mujer protagoniza la mayoría de las obras de Acevedo, "porque para mí es la madurez, la fuerza, la elegancia... Yo la idealizo. Tiene la mayor capacidad de sufrir, de amar, de defenderse en la vida. La veo como una diosa".

Finales felices o no, abiertos o no, y un último relato, Hasta mañana Elena, que es la antesala de su próxima novela, Hola Elena. "Y así lo he hecho con las dos obras anteriores. De Relatos para la tortura de un abandonado doméstico nació Carlos y alguien más. Y de aquí, de cada relato podría surgir una historia distinta".

Tres libros y tres años después, Acevedo se siente más autor, más maduro, "muy a gusto. Me siento muy satisfecho con esta obra, su edición, sus ilustraciones. Creo que es el mejor de los tres libros en su conjunto". Un título que que hoy presentará ante su público a las 12:00 presenta en la Librería Prometeo de Málaga (C/ Puerta Buenaventura).