Cultura

El micrófono en la palabra ajena

  • El cineasta Manuel Jiménez y la productora Yolaperdono terminan la grabación del documental 'Conversaciones ajenas'

  • En junio concluirá el montaje para presentarlo al festival Alcances

Cuando no había smartphone ni redes sociales que distrajesen la atención, pegar la oreja a una charla vecina en el autobús, en la sala de espera, en la cola del cine era una práctica habitual. Con los ojos fijos en la ventanilla, los oídos ansiaban saber más de sus interlocutores, de los protagonistas de aquellos relatos. Como un voyeur, al cineasta Manuel Jiménez siempre le ha fascinado esa escucha furtiva y pensó que sería una gran idea microfonar una mesa en una cafetería para poder grabar a los que se sentaran en ella. En 2014, aún sin financiación, hicieron una experiencia piloto. Durante cuatro semanas, todos los martes, acudieron a El último mono para registrar las Conversaciones ajenas de todo el que quisiese participar. Tras conseguir la ayuda de la Junta han podido finalizar el proyecto. Ya han minutado las cerca de 30 horas de grabación obtenidas y en este mes realizarán los planos de recurso necesarios para empezar el montaje. En junio estará listo para presentarlo al festival de cine documental Alcances 2017.

"La película va a suponer un reflejo de la sociedad andaluza a través de sus conversaciones", considera el director Manuel Jiménez. Con su productora Yolaperdono buscaron un lugar cosmopolita, abierto y transitado, que se implicase en el proyecto, y lo encontraron en la cafetería de la calle Santa María. Se colocaron micrófonos en la mesa, pértigas y dos cámaras girando alrededor de los grupos o parejas que se decidían a que sus palabras fuesen registradas. Y, si al principio, "todo está más controlado, miden mucho lo que dicen, a los 10 ó 15 minutos se olvidan de los micros, se sueltan y empiezan a hablar con mucha naturalidad", explica Jiménez. El resultado es un crisol rico y espontáneo de temáticas, risas, preocupaciones y reflexiones dichas en voz alta y compartidas.

En 2014 se hicieron las primeras grabaciones y ahora se cierra tras recibir financiación

"La verdad es que empezamos para ver si funcionaba la idea y lo hizo", reconoce Jiménez. Parejas, grupos, turistas, una gran variedad de perfiles y conversaciones se han recogido en el proyecto. "Tenemos desde unas mujeres de unos 50 años poniendo en duda su papel como madres y el de sus hijas con sus nietas hasta un grupo de chavales hablando de la renta básica pasando por una señora mayor que negocia con un matrimonio de Shangai de unos 25 años clases de chino a cambio de nociones de cocina", comenta el cineasta. "Él quiere aprender a hacer lentejas con chorizo, gazpachuelo y gambas al pil-pil", agrega.

Varios chicos que acaban de terminar la carrera felicitan a uno de sus amigos, entusiasmados, porque ha conseguido un trabajo por el que cobrará 1.000 euros la mes. "Todos están flipando hasta que uno de ellos recuerda que antes nadie quería ser mileurista y ahora parece que es lo más a lo que pueden aspirar", relata Manuel Jiménez. También cuenta cómo habla una chica que es alérgica al dinero, aunque trabaja en un banco, "y allí veía a la mujer de Roca llevando billetes de 500 euros". Otra joven asegura a sus amigos que tiene la crisis del cuarto de siglo y que presenta todos los síntomas que desgrana la Wikipedia y un grupo de amigos homosexuales no se corta al hablar de sexo y de cómo ligan en Torremolinos. "Me gustó mucho la charla de una pareja que planean una especie de estrategia de comunicación para saber a quién decir y a quién no que ella está embarazada", comenta el cineasta, autor La Aldea Perdida, Hombres de Sal, El Pésimo Actor Mexicano, Proyecto Mágico, Show Me Now! y Las Sinsombrero.

Ni condujeron las Conversaciones ajenas ni extrajeron más datos de los participantes tras la grabación. Sólo les advertían que iban a formar parte de un documental. "Algunos se lo encontraban sin saber nada, otros ya estaban advertidos porque íbamos allí todas las semanas y venían expresamente a participar", dice Jiménez, consciente del resultado tan diferente que hubiera obtenido eligiendo otro lugar. "Estoy enganchado y me gustaría mucho repetir la experiencia en otro sitio porque las historias serían diferentes", afirma.

Redes sociales, becas y fraudes, series de ficción, televisión, Semana Santa y feria, charlas íntimas o intrascendentes se hilarán primero en un corto para presentar a la Junta de Andalucía y luego en un mediometraje de unos 50 minutos. El proceso de montaje, el que inician en breve, será el más complejo. "Hay que condensar mucho y es difícil porque cuando empiezas a escuchar siempre quieres saber más", considera Jiménez, sabedor de que lo que aflora es el lado más cotilla de cada uno.

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