música y cine Recuerdo vivo de un icono pop

Un océano de nostalgia

  • El homenaje que el Teatro Cervantes tributará hoy a Marisol de la mano de Javier Ojeda y con buena parte de la escena musical local sirve en bandeja una mirada a una artista irrepetible

Ella fue la sonrisa cándida que quería ser luz en una etapa demasiado oscura, la flautista de Hamelin que hechizaba con su voz a inocentes y culpables, el asomo a una modernidad imposible resuelta como un juego de niños, la encarnación de la madurez como traición para unos y reconversión para otros, el compromiso político, la búsqueda de un arte capaz de expresar cualquier idea o emoción y la retirada discreta, fugaz, ansiosa del anonimato, silenciosa e implacable. Marisol nació llamada Pepa Flores el 4 de febrero de 1948 en Málaga y a partir de entonces nunca nada volvió a ser igual. Su filmografía y su discografía representan hoy un abultadísimo legado de la producción cultural de la España de los años 60 y 70, traducido en cientos de títulos de canciones y películas que varias generaciones conservan grabadas a fuego en la memoria, ésa que se hace sentimiento a base de melodías nunca extintas: si la música es lo último que olvida el cerebro humano, en ese maltrecho rescoldo quedarán siempre Tómbola, Corazón contento, Estando contigo, Me conformo, Muchachita y Mi pequeña estrella. Por ello, y sin más razón que la evidencia, el Teatro Cervantes acoge hoy a partir de las 19:00 un homenaje a Marisol organizado por Javier Ojeda en el que buena parte de la plana mayor de la música malagueña interpretará, a su manera, el repertorio más popular y entrañable, aunque no por ello menos sorprendente, de la cantante: junto al mismo Ojeda y la imprescindible Celia Flores subirán al escenario Zenet, Paula Gaviño , Gordo Master & Little Pepe, Irene Lombard, Gema Cuéllar, Aurora Guirado, Juan Antonio Muriel, Dry Martina, Nuria Martín, La Cena, Ana Mena, María Lozano, Genara Cortés y la compañía Caramala, que amenizará la velada con su humor.

El mismo Javier Ojeda justifica de manera incontestable la razón de este homenaje: "Hablar de la figura de Marisol da un vértigo increíble. Las dimensiones de su mito son desmesuradas. Existen libros y biografías, infinidad de páginas en internet, foros marisoleros, coleccionistas convulsos. Pepa Flores es musa gay, líder progre, icono sixty, objeto de admiración de feministas y personaje profundamente admirado por su valiente trayectoria vital, acrecentada por su conocida negativa a aparecer en actos públicos. Por eso a veces se corre el peligro de olvidar que Pepa Flores, en su encarnación de Marisol, era cantante antes que nada. Una escucha de su ingentísimo legado discográfico descubre bossa novas y r& b's, piezas de inspiración italiana, orquestaciones que poco tenían que envidiar a la de los grandes musicales americanos y, por supuesto, canción española y flamenco de alcurnia".

Cabe recordar también a la Marisol actriz, la que fue premiada en la Mostra de Venecia en 1960 como mejor intérprete infantil. Y a la embajadora que al año siguiente dejó a la mitad de la población de EEUU con la boca abierta gracias a su aparición en el show de televisión de Ed Sullivan. Quienes quieran conocer mejor a la niña, la mujer y el mito pueden asomarse a la completísima monografía escrita por José Aguilar y Miguel Losada, publicada por T&B editores en 2008 y presentada en el Festival de Cine Español de Málaga ese mismo año. O, simplemente, acercarse hoy al Cervantes y dar rienda suelta a la nostalgia. Que también el alma se alimenta de ella.

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