Cultura

Un patrimonio poco valorado

  • Sólo dos de las 14 chimeneas están hoy protegidas aunque la revisión del PGOU pretende extender la medida a todas · No existe un inventario exhaustivo de los vestigios del floreciente pasado industrial

En el año 1854 Málaga era la segunda ciudad industrial de España. La siderurgia, las factorías textiles y, un poco más tarde, las azucareras fueron durante más de tres décadas el verdadero motor de una ciudad que lograba poner su nombre de nuevo en el mapa. Sin embargo y hasta la fecha, la huella de esta floreciente etapa ha sido borrada en múltiples ocasiones. Algunas en los últimos años. Se han derribado edificios como el silo del Puerto o la Térmica, además de chimeneas de diversas fábricas, y los vestigios que aún quedan y se exponen en la vía pública no están identificados ni, a veces, restaurados. Además, no existe ningún inventario exhaustivo de todos estos bienes, ni paneles explicativos que contextualicen los restos.

"Se ha perdido la memoria de muchas industrias", reconoce el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Francisco José Rodríguez Marín, que hoy imparte una conferencia en Cajamar (20.00) sobre el asunto. Lo que permanece (objetos y maquinaria) se encuentra disperso en colecciones particulares, en almacenes municipales o lo custodia la Asociación en Defensa de las Chimeneas Industriales y el Patrimonio Tecnológico de Málaga, a la que pertenece Rodríguez Marín. Este organismo persigue la creación de un museo que, además de mostrar piezas, "reprodujese el proceso industrial gracias a paneles, maquetas, fotografías antiguas, con un fin didáctico, algo bien ordenado y hecho por especialistas", comenta el profesor.

Por el momento, este centro expositivo no está contemplado en el mapa museístico de la ciudad. Pero el patrimonio industrial sí que cuenta con un nuevo respaldo desde la aprobación de la nueva Ley de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía. "Hay un capítulo dedicado al industrial y eso va a ayudar mucho a que la gente comprenda que también es patrimonio, que a veces tiene valores artísticos y arquitectónicos y otras no, pero sí que representan la memoria histórica", añade Rodríguez Marín.

De las 14 chimeneas que se han conservado en Málaga -la de Salit es la única que está en activo- sólo dos están protegidas actualmente, la de la termoeléctrica de La Malagueta y la de la Térmica. Esta última se salvó de ser barrenada por unas horas. El delegado provincial de Cultura pudo parar la obra poco antes de que fuera dinamitada. Pero esta escasa protección pretende ser corregida. "La revisión del PGOU va a proteger todas las chimeneas y también la Junta tiene interés de hacerlo", explica el profesor, al que el Consistorio ha encargado un catálogo de las chimeneas de la ciudad.

Además, no siempre la integración de estos vestigios ha sido acertada. Algunas han quedado casi adosadas a edificios, como en la Malagueta. "También hay ejemplos buenos como el que se ha llevado a cabo con la fábrica de ladrillos de la Colonia de Santa Inés", dice Rodríguez Marín. El edificio colindante ha sido diseñado para que la chimenea respire, la calle es ancha y la estructura fue restaurada y reforzada con abrazaderas metálicas. Pero quien no conozca el pasado industrial del barrio, no entenderá nada. Ningún panel informa sobre la procedencia del vestigio. De hecho, sólo dos chimeneas están acompañadas de un panel cerámico con una historia resumida y sucinta sobre su pasado.

Tampoco existe nada que identifique la gran mayoría de las piezas que el Ayuntamiento ha expuesto en glorietas, jardines y parques de la ciudad. "Es una manera de desperdiciar el patrimonio, es un método equivocado que hace que no se reconozca la valía de las piezas", argumenta el profesor.

Si existiese una puesta en valor coherente de este patrimonio, no pasarían desapercibidos algunos objetos y arquitecturas que se pueden contemplar en la vía pública. En las oficinas de Emasa se expone una taladradora manual y otra se ha podido ver frente a las cocheras de la EMT. En los Jardines de Picasso hay dos piedras de almazara y una máquina de vapor de la azucarera Hispania en la Avenida de Andalucía. Frente al matadero, en Carranque, se conserva una prensa hidráulica de hierro fundido. En cuanto a edificios, Tabacalera es uno de los más monumentales. Pero también están Italcable, la nave principal de Intelhorce y el taller de los ferrocarriles junto a la estación.

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