"Va cojonudamente bien", comenta orgulloso el arquitecto Agustín Benedicto sobre la marcha de su trabajo en el proyecto del Auditorio de Málaga. "A finales de enero presentaremos lo que hemos hecho, que va a ser más que un proyecto básico", dice uno de los autores de la idea ganadora del concurso internacional de ideas que se falló el pasado mes de enero. "Entregamos en los plazos con los que siempre hemos trabajado", añade Benedicto, pese a que la consejera de Cultura, Rosa Torres, anunció hace unos meses que se presentaría a finales de este año.

En el desarrollo de la idea ganadora, AGP 20:12, parece que no han cambiado muchas cosas: "Fundamentalmente, no. Y no es un trabajo fácil", reconoce Agustín Benedicto. "Por fin hemos conseguido desatascar el tema de la movilidad, que ha sido lo más complicado", descubre Benedicto, y es que el terreno del Puerto sobre el que se ubica esta infraestructura es de una hectárea y media, y servirá de elemento distribuidor de la zona -otro punto complicado en esta fase ha sido todo lo relacionado con el aparcamiento subterráneo-. Donde sí ha habido importantes modificaciones ha sido en el espacio dedicado dentro del edificio a la Orquesta Filarmónica de Málaga. "Lo hemos hecho a medida, todo en colaboración con el gerente de la orquesta", explica el arquitecto.

Lo que destaca Agustín Benedicto de todo este proceso es la "buena fe" de todas las instituciones implicadas en el Consorcio, aunque en estas semanas se nombrará un nuevo gerente, que probablemente sea el ex delegado de Cultura de la Junta en Málaga, Francisco López.

Uno de los elementos más destacados del proyecto de Benedicto y Soriano, y quizá el más delicado, es la acústica del Auditorio, que debe servir para música sinfónica y ópera, algo que aseguran haber resuelto con éxito. Para ello han contado con asesoramiento de expertos ajenos al proyecto.

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