Un novedoso sistema basado en la captación de imágenes por un satélite de alta resolución, Quickbird servirá para proteger los yacimientos arqueológicos submarinos, y evitar así que determinadas embarcaciones expolien las riquezas existentes en los fondos marinos.

El proyecto ha sido desarrollado por las empresas malagueñas Decasat y Nerea Arqueología Subacuática, quienes han trabajado durante cuatro años para "poner en valor los yacimientos existentes en España", y conocer el patrimonio marino, explicó ayer al portavoz de Nerea, Javier Noriega. "Queremos ponérselo difícil a esas empresas que se han dedicado a intentar menoscabar la riqueza cultural de la zona", destacó Noriega.

Se trata de capturar una imagen en una zona donde se sabe que existen restos arqueológicos, con el fin de detectar si hay barcos que se sitúan allí de forma continuada, y alertar así a las fuerzas marítimas de seguridad, informó por su parte la representante de la compañía Decasat, Eva Maldonado.

Este proyecto cuenta con un presupuesto de 190.000 euros, de los que 87.000 han sido aportados por la consejería de Innovación, Ciencia y Empresa, de la Junta de Andalucía, y el resto por las compañías que desarrollan el sistema.

"Trabajamos con algo que es de todos, el patrimonio, por ello colaboramos con las administraciones públicas, para protegerlo y poner en valor muchos hechos históricos que están bajo el mar y que se desconocen, pues sólo se ha investigado un cinco por ciento de los fondos marinos" manifestó Noriega.

Nerea Arqueología Subacuática recibió ayer un premio a la Mejor Trayectoria de una Empresa de Base Tecnológica en España, que este año celebra su segunda edición. Además, trabaja en 15 proyectos entre los que destaca la creación de un robot capaz de sumergirse a más de 60 metros de profundidad.

Por su parte, Decasat, que está situada en el PTA es una empresa líder en el procesamiento de imágenes por satélite, que además lleva a cabo estudios como la detección automática de cambios urbanos.