Cultura

El arte de torear a la verónica y ligar muletazos sólo con palabras

  • El periodista Joaquín Jesús Gordillo pronunció ayer el pregón de la Feria Taurina 2009 · Rescató lances inmortales de la tauromaquia malagueña y revivió aquellos 'olés' eternos

El cartel taurino era de lujo ayer en Málaga, aunque ningún diestro se anunciaba en La Malagueta. La cita era en el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, donde el periodista Joaquín Jesús Gordillo comparecía en solitario para pronunciar el pregón de la Feria Taurina 2009. "Me lío el capote de paseo, miro a derecha e izquierda…; voy a musitar el tradicional suerte para todos…; pero veo que estoy solo…; siento en la boca del estómago como un vuelo de mariposas…; más, ¡la suerte está echada! Hago la señal de la cruz. Y doy el primer paso hacia delante".

Gordillo embaucó a los asistentes en su verbo, como los buenos matadores someten a sus oponentes con la muleta. Los instruyó con sus clase magistral, como hacen los maestros. Y los emocionó con sus vivencias y anécdotas. El reconocido crítico taurino, cuyas críticas pueden leerse cada ciclo de agosto en Málaga Hoy, estructuró su locución como una corrida cualquiera. Un clarín anunciaba preciso el cambio de cada tercio. Y de haber habido algún astado, a buen seguro que se hubiese llevado el rabo a casa. Pero la faena del periodista se inicia con el folio en blanco y la remata cuando cualquier amable lector recibe el mensaje, como el que ayer firmó este crítico taurino.

El pregón sirvió de homenaje a los auténticos protagonistas de la fiesta. Así, Gordillo se remontó a los orígenes del rito. También a aquellos primeros matadores. "La primera corrida se celebró bajo las murallas sagradas de Uruk, en Mesopotamia", explicó Gordillo, que reveló que el nombre del primer matador de la historia de la Tauromaquia respondía al nombre de Enkidú. Aunque "los primeros capítulos de la historia del toreo se apoyan en tres nombres: Costillares, Pepe Hillo y Pedro Romero", afirmó. Entonces al siglo XVIII apenas le restaban por cubrir sus últimas décadas. Pero hoy sigue vigente "pese a todo y pese a todos, la más nacional" de las fiestas de España.

Igual que sobre el rondeño Pedro Romero, del que Gordillo dijo "que mató los toros por miles", en el pregón fueron protagonistas otros muchos diestros ligados a la historia de la Tauromaquia local. Unos de la tierra y otros simplemente donantes de una parte de su legado. El realizó en primer lugar un recorrido por los distintos cosos que ha tenido la capital malagueña. Así, recordó la primera gran fiesta taurina que data de enero de 1492, cuando acababa de caer Granada en manos de los Reyes Católicos. Entonces, a falta de una plaza porticada, el festejo se celebró en la actual Plaza de la Constitución.

Pero antes de que el coso de La Malagueta se empezase a construir en 1874 la ciudad tuvo numerosas plazas de toros. Al menos otras cuatro, la del Carmen, en El Perchel; una junto al Puerto, llamada la Pescadería; el Coso de Álvarez, sobre el solar del antiguo convento de San Francisco; y una muy pequeña para novilladas a la entrada de Cristo de la Epidemia. Gordillo habló algunos de los diestros que tomaron la alternativa junto al Mediterráneo malagueño. Incluso adelantó una noticia. "Citar por último y de él hay noticia calentita, a Javier Conde, autor con nocturnidad y torería de una de las faenas más emotivas que ha visto nuestra plaza en los últimos tiempos. Javier Conde ha adquirido una finca lindera con el Tajo de Ronda, en la que va a criar otra vez el toro en aquellos pagos bajo el hierro y la divisa de Puerta Oscura. Casi tres siglos después de que el toro bravo pastara en Ronda", manifestó.

Pero el toro va a salir... El periodista recorrió cada uno de los tercios convencionales de la lidia recordando momentos que ya están en la historia. Puso en valor la maltratada suerte de varas citando a Gerardo Diego describir en un daguerrotipo protagonizado por Antonio Chaves Camero -un varilarguero mítico- "la suerte de picar cuando el ejercicio a toro levantado era, sí, una suerte y no una desgracia". Una verónica de Antonio Ordóñez a un toro del Conde de la Corte en La Malagueta en 1961 le sirvió para explicar como se torea a la verónica, "el lance básico del toreo de capa". Y de las banderillas dijo que "ha evolucionado, unas veces para bien -las menos- y otras para caer en deterioro de la pureza y de la norma -las más-".

Entonces se dirigió, en sentido figurado pero así se manifestó, a los medios y brindó por la Feria Taurina que está por llegar. De cuantos pases habrá presenciado y narrado Gordillo, destacó una tanda de naturales de José María Manzanares en Málaga en 1993. "Tal fue la intensidad del hecho que vivimos. ¿Qué altura no alcanzaría la faena de Manzanares que Curro Romero tuvo que salirse hasta los medios, haciendo la verónica, en el recibo de su toro siguiente?", recordó. La faena estaba hecha. Sólo había que rematarla con la espada. Con la Puerta Grande abierta, Gordillo deseó "toda la suerte a una fiesta a la que no le falta ningún aliciente".

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