El Viernes Santo emerge en Vélez-Málaga, envuelto en un aura de luto, no solo por el peso del simbolismo de las procesiones de esta fecha sagrada, sino también por el pesar que han traído consigo las condiciones climáticas al penúltimo día de la Semana Santa. Las nubes grises se cernieron sobre la ciudad, tejiendo un manto de tristeza que desafía la fe de los veleños. Sin embargo, en medio de esta oscuridad, con su valentía y determinación, los legionarios brindaron consuelo y apoyo, salvando a Vélez-Málaga de un Viernes Santo de luto. 

La Cofradía de Angustias Coronada anunció en la mañana de este viernes una reprogramación debido a las inclemencias climáticas, lo que desencadenó una espera expectante entre los asistentes al desfile de las tropas de la Legión en el Barrio de La Legión. Tras una demora de 45 minutos, la llegada de los legionarios provocó una efusión de emociones entre la multitud congregada, marcando así el inicio del acto ceremonial.

Con la presencia de las autoridades municipales y en un ambiente cargado de solemnidad, la Legión hizo su entrada triunfal en el barrio, dejando una huella imborrable en el corazón de los veleños. El izado de la bandera marcó el inicio de una emotiva ceremonia en la que se rindió homenaje a los caídos, recordando su sacrificio con profundo respeto y gratitud.

El momento cumbre llegó con la entonación del himno de La Legión y la conmovedora canción Novio de la Muerte, que resonaron en todo el municipio. Dos credos, cargados de significado y devoción, enaltecieron aún más el espíritu de aquellos que presenciaban el acto, erizando la piel de quienes se encontraban en el lugar.

Tras culminar el acto de recepción, los legionarios emprendieron un recorrido por las calles del municipio, siendo acompañados por el cálido aplauso y los vítores de los vecinos.

Sin embargo, la tristeza invadió los corazones de los devotos al conocer las decisiones de las cofradías Descendimiento y Caridad, Vigías y Mayor Dolor, Mar y Penas, y Sepulcro, quienes optaron por la suspensión de sus procesiones debido a las adversas condiciones climáticas. Este revés no menguó el fervor religioso, ya que los devotos se congregaron en las iglesias respectivas para participar en actos penitenciales íntimos, donde el silencio se convirtió en el eco de la devoción.

Imagen de Descendimiento y Caridad

Por otro lado, la comunidad veleña lamentó profundamente la imposibilidad de presenciar el desfile de Nuestra Señora de las Angustias Coronada, conocida como la madre de Vélez, recorriendo las calles de la ciudad. Sin embargo, el impacto de esta cancelación se vio atenuado por la conmovedora presencia de los legionarios en la iglesia de San Juan. Durante el acto penitencial íntimo, al abrir las puertas del templo, los legionarios entonaron cánticos dedicados a la Virgen, elevando así su consuelo en medio de la adversidad.

Finalmente, otra cofradía en el punto de mira de los veleños, era Soledad, la cual decidieron suspender su tradicional estación de penitencia. En lugar de la procesión nocturna, los devotos se reunieron en la iglesia del Real Convento de San Francisco a medianoche para el oficio de tinieblas. A la 1:10 de la madrugada, se llevó a cabo una estación de penitencia clausural para los hermanos y devotos. Además, se programó un acto de pésame a la Virgen para el sábado santo al mediodía.