Ha convertido su copistería de la calle Rico en una tienda cofrade, allí se pueden hacer capirotes, pero también encontrar un llavero de una hermandad o un libro de cofradías.
-¿Dice la gente que esta calle huele mucho a incienso?
-Sí, aquí quemamos incienso y tenemos ambientada la calle, esto parece más un besamanos que una papelería.
-Aquí viene la gente ha hacerse los capirotes.
-Pero también puede encontrar desde un llavero de hermandad a uno con un llamador.
-¿Qué tipo de capirotes se hacen?
-Además del tradicional de cartón, el de toda la vida, ahora el que se usa más es el de rejilla, porque es más traspirable, pesa menos y dura más.
-El de cartón se moja.
-Sí, y se estropea, ahora que tanto llueve en Semana Santa (sonrisas), pero este año no toca que llueva.
-Pero la gente lo guarda.
-Sí, pero a los niños le crece la cabeza y hay que hacerle otro al poco tiempo de los de cartón. El de rejilla lleva un velcro con el que se puede jugar un par de centímetros.
-¿Qué consejo da a la hora de hacerse un capirote?
-Lo que decimos es que a los niños se le compre el de cartón y a los adultos de rejilla, porque es más duradero a la hora de guardarlo y sólo con quitar el velcro se le gana unos centímetros.
-Así no hay mucho negocio.
-La verdad es que en los adultos los de rejillas le puede durar toda la vida.
-¿Qué cuesta un capirote?
-Depende del tipo y la hermandad, si es de capirote largo. En uno de rejilla puede oscilar entre los 18 y 24 euros, mientras que los de cartón puede estar entre los cuatro y seis euros, por eso digo que para los niños es mejor los de cartón, al final es más económico.
-Y para hacer un capirote.
-Pues con un metro de costurera se mide la cabeza y se ve la altura del morrión hasta los ojos.
-¿Qué tiempo se tarda en hacerlo?
-El de cartón sobre la marcha, el de rejilla, un día.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios