La Guardia Civil detuvo en el aeropuerto de Barajas a tres personas e intervino una partida de fruta fresca en la que se ocultaban casi 50 kilos de cocaína líquida inyectada en cocos frescos procedentes de Colombia. Los escáneres mostraron cómo la densidad en algunos cocos no se correspondía con la normal. Ello permitió el arresto de los receptores de la mercancía, una venezolana y dos colombianos.
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