Unicaja

Vázquez no pierde el tiempo

  • El de Chantada se aprovecha del bajo nivel de Musli

  • Viny ganó la partida al final al serbio, perdido

Fran Vázquez busca el tapón ante una penetración de Eyenga.

Fran Vázquez busca el tapón ante una penetración de Eyenga. / ACB PHOTO

Tierra llamando a Musli. Puede ser un buen resumen de la aportación del serbio desde que regresara. Apagado, sin chispa y muy lejos del esfuerzo que reclama para todo el mundo Plaza. Superado por Viny. Un día a olvidar para él, no para Vázquez, que se sumó a la fiesta tinerfeña con una más que decente actuación.

Pronto, muy pronto, tuvo que acudir Musli a la llamada de Plaza. Apenas transcurrió un minuto y medio de juego cuando el técnico catalán buscaba con afán al serbio. En la pista, Omic se había encargado de dilapidar su titularidad con un par de malos bloqueos y poca actitud defensiva. Entró Musli a la cancha en una sucesión de deslavazados ataques cajistas. En uno de ellos, en la primera bola que le llegaba, Musli tuvo que buscar un lanzamiento casi desde la línea de triple. Una señal de lo que estaba siendo el inicio de encuentro.

Pero el pívot del Unicaja se puso las pilas y rápidamente bailó sobre la cabeza de la bombilla para dejarle a Smith pasillo franco hacia el aro. Se le vio activo y pidiendo la bola para explotar sus virtudes. Alberto le concedió la opción y asistió para que Musli anotara con comodidad. Posteó a Bogris, un ataque después, y mandó al del Iberostar al banco.

El que entraba era Fran Vázquez, motivadísimo tras un primer partido en el que pasó sin pena ni gloria. Decidido, el de Chantada se movió para encontrar el alley oop de White, que le sirvió un regalo visto mil y una vez en la carrera de Vázquez. Machacó el aro y, con confianza, el gallego es peligroso. También tiende a la precipitación, como hizo con un tiro en la cara de Musli que no tocó ni aro. Por su parte, el del Unicaja apenas sumó hasta el descanso un rebote. Vázquez, mientras tanto, agrandó la ventaja de los tinerfeños con dos lanzamientos de media distancia. Tras el segundo de ellos, el ex cajista golpeaba su pecho y encendía a la grada.

Lamentablemente para ambos, los tiros fueron por otro lado en el tercer cuarto. Sobre todo para Musli, que volvió a sentir en sus carnes lo incómodo que es un banquillo. Mucho más cuando tu sustituto, en su caso Omic, apenas estaba aportando nada. Vidorreta, por su parte, concedió a Vázquez algo más. Y el de Chantada le correspondió, no con puntos, pero sí con un trabajo incesante debajo de los aros. Sus bloqueos y su manera de cargar el aro ayudó en ese tramo final del tercer cuarto. Mientras tanto, a Musli apenas se le pudo anotar una pérdida en la estadística, con un pase franco a Eyenga que mandó demasiado bajo.

Con todo esto, y después de un triple muy doloroso de White, Unicaja entraba en el último cuarto con la necesidad de una remontada heroica, al nivel de la de la final de la Eurocup. Con diferencia de aquel día, anoche sí que estaba Musli en el quinteto del último cuarto. También estaba Vázquez, que burló al serbio para agarrar un rebote en ataque y destrozar el aro en la cara del cajista. Una imagen que define el duelo entre ambos. El del Iberostar, intenso y con ganas, pasaba por encima de Musli. El resultado de esa acción fue la entrada de Viny, inédito hasta el momento, por un cada vez más sentenciado Musli. Si Plaza tenía dudas de él, su actuación en Tenerife no hace sino incrementarlas. Todo lo contrario que Vázquez, que recuperó sensaciones y avisó a su ex equipo de que tiene ganas de asaltar mañana el Carpena.

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