Aprovechando los entresijos que deja una pretemporada, hay dos jóvenes con ADN Guindos que se están colando por ellos. El trabajo estival otorga hueco para todos, más aún cuando tienes a medio equipo en el Eurobásket, y en ese escenario pueden pescar los menos habituales. Están haciendo lo propio Morayo Soluade y Viny Okouo, que partiendo desde la última fila están demostrando que están para lo que sea.

De Málaga se fue un Soluade tímido y que no tenía el baloncesto en la primera línea de sus prioridades. De Burgos, con un ascenso bajo el brazo, ha vuelto un chico con más caradura, en el buen sentido de la palabra, y con otras preferencias en mente. Y en la pista se nota. Dice el base inglés que salir de Málaga le ha valido para darse cuenta de las facilidades que tenía aquí y ahora quiere subirse al tren para no bajarse.

Con más de la mitad del perímetro con su selección o recuperándose en el caso de Nedo, Plaza le ha dado bastante cuerda en estos primeros compases. Con el ejemplo de Alberto y consciente de la filosofía de meritocracia que sigue Plaza, el inglés está demostrando que llega al listón. Se atisba una temporada larga con una Euroliga devastadora mediante y Mo sabe que quedarán rendijas. Está demostrando osadía en ataque, con buenos porcentajes, y se está entregando atrás, donde debe dar el do de pecho para que el preparador se acuerde de él. Con la escalonada llegada de los internacionales su minutaje bajará, pero él ya ha hablado en la pista.

La situación de partida de Viny Okouo es más favorable. Cuenta con una campaña de experiencia a sus espaldas en la dinámica del primer equipo y por norma debe entrar en las convocatorias de ACB. En su contra, un pintura con aparente overbooking. Pese a ello, aunque está jugando menos que Dejan Musli, sí se aprecia que está por delante de él en la rotación. Es algo que puede cambiar, pero que de principio le puede beneficiar. Ante el Alba Berlín y el Betis produjo mucho en poco tiempo y ante el Real Madrid, aunque estuvo más discreto en la hoja estadística, sí exhibió nuevos registros, como buena capacidad de pase desde el poste alto. También hubo algunos lunares, como no ganarle en el cuerpo a cuerpo al imberbe Usman Garuba. En su debe queda. Plaza le augura buen futuro y será un año importante para Viny. Él lo sabe y por eso apenas ha descansado este verano.

Parten desde el último escalafón de salida, pero alzan la mano para proclamar que ahí están. La senda a recorrer es la de estas semanas. Así, tendrán su hueco.