La tradición que San Francisco de Asís instaurase hace casi 800 años de crear una representación del nacimiento de Jesucristo se convierte en especial protagonista este mes. Los belenes llenan los espacios públicos y privados promovidos por particulares, cofradías, grupos religiosos y la propia costumbre. Entre los de reciente apertura se encuentra el de la Catedral, que con más de 500 figuras compone una cronología para detenerse a contemplar.

Durante la mañana de ayer se procedió a la bendición del gran diorama que el primer templo de la ciudad acogerá hasta la epifanía de Reyes. Los cánticos de la misa de laudes se mezclaron con la sorpresa de quienes acudieron al acto, sorprendidos por la profundidad de un Misterio que ha realizado la Asociación Belenista de Málaga La Alcazaba en colaboración con la Diócesis de Málaga. Seis escenas centran el trabajo, desde la Anunciación a la Virgen, la visita del ángel a los pastores, el nacimiento de Cristo y la huida a Egipto.

Con más de 40 edificaciones, uno de los centros de atención se encuentra en la recreación del Tajo de Ronda, a mediación del diorama, y donde se representa la aparición del ángel a los pastores para anunciar la Buena Nueva. Los pequeños detalles, la iluminación y la conjunción de elementos creados a mano con otros naturales. La bendición, realizada por el obispo Jesús Catalá, estuvo acompañada el villancico Noche de paz, interpretado al violín. El primado malagueño animó a los presentes "a montar el Belén en familia como tradición hermosa que se mantiene en una sociedad cada vez más paganizada". Al encuentro asistieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Fiestas, Teresa Porras, el concejal de Ciudadanos, Juan Cassá, y representantes de la vida religiosa de la ciudad, incluyendo a miembros de las agrupaciones de hermandades de Pasión y Gloria. El belén permanecerá abierto hasta el 8 de enero de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00.