La zanahoria morá, un cultivo exclusivo de las huertas de Cuevas Bajas, está viviendo un nuevo renacer, y es que la producción de este producto tan peculiar y exclusivo ha experimentado un importante crecimiento de producción en el último año.

En concreto, según los datos facilitados desde el Consistorio, este año se han alcanzado las 12 hectáreas de producción y los 200.000 kilos de este tipo de hortaliza, y es que algunas empresa se han lanzado a elaborar diferentes productos con este tipo de zanahoria, según explicó el alcalde del municipio, Manuel Lara.

El buen dato de producción es mucho más apreciable si lo comparamos con la producción del pasado año, cuando se cultivaron unos 50.000 kilos de esta variedad de zanahoria, lo que viene a poner de manifiesto el importante crecimiento que está teniendo en poco tiempo, en gran parte, gracias a nuevos productos alimenticios que tienen a este cultivo como una de los pilares para su elaboración.

Precisamente, una de las novedades que se han presentado recientemente es la elaboración de ginebra y cerveza de zanahoria morá, lo que está conllevando un nuevo florecer de un producto que se conserva únicamente en este municipio de la comarca de Antequera.

Pero no son los únicos productos que se pueden encontrar en el mercado con esta hortaliza como base fundamental para la elaboración del mismo, como mermelada, vinagres y snacks.

De este modo, un producto que se trataba como una rareza, se ha convertido en la fuente agrícola para una serie de productos que se abren camino entre los artículos gourmet que tan de moda están en los últimos años.

El origen de este tubérculo se remonta a los asentamientos árabes de hace 13 siglos en la ribera del río Genil, en espacios dedicados a cultivos de regadíos, lo que los expertos consideran que aporta las condiciones adecuadas.

Además, entre algunas de las cualidades que se le otorga está la regulación de la función intestinal, tiene un poder antioxidante seis veces superior a la zanahoria naranja, cuenta con propiedades antiparasitarias, estimula el apetito, protege de enfermedades cardiacas o estimula la visión, entre otras.

De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Málaga pone de manifiesto las potencialidades de este producto tan característico de Cuevas Bajas.